La ministra alemana de Familia, Manuela Schwesig
La ministra alemana de Familia, Manuela Schwesig - afp

Alemania introduce una cuota femenina entre los altos cargos de las empresas

Un 30% de los miembros de los consejos de dirección o vigilancia de un centenar de empresas que cotizan en bolsa deben ser mujeres

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Comienzan a verse las grietas en la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas que dirige la Canciller Angela Merkel: a las diferencias acerca del tono en las relaciones con Moscú o a la introducción del fracking en Alemania, Berlín ha aprobado un nuevo tema conflictivo: el cumplimiento de una cuota femenina en altos cargos empresariales.

La cuota era una condición sine qua non que ponían los socialdemócratas (SPD) para coaligarse con los conservadores (CSU y CDU) y que ahora ha sido presentada como proyecto de ley firmado por la ministra de Familia, Manuela Schwesig (SPD). Y los ánimos están caldeados: el vicecanciller y ministro de Economía Sigmar Gabriel (SPD) ha respondido a los dichos del conservador Volker Kauder –que ha calificado a Schwesig de «llorona»– con: «Si hay hombres que se sienten nerviosos (con la cuota femenina), esto demuestra que tienen un problema».

La cuota que desea el Gobierno deberá cumplirse en las cúpulas de las empresas: «Esta ley es un paso importante hacia la igualdad, porque introducirá, además, un cambio cultural en el mundo laboral», ha comentado Schwesig, impulsora de la implantación de una cuota femenina en los consejos directivos de las empresas.

El acuerdo contempla que las mujeres deberán ocupar un 30 por ciento de los miembros de los consejos de dirección o vigilancia –no ejecutivos– de alrededor de un centenar de empresas que cotizan en bolsa. Los puestos que falten para cumplir la cuota deberán quedar vacíos, reza el acuerdo: «Es una sanción muy dura», ha subrayado Schwesig precisando que esta medida es sin embargo necesaria.

«Ninguna silla quedará vacía»

A pesar de lo anterior, Schwesig se ha mostrado convencida que «al final ninguna silla quedará vacía, porque hay suficientes mujeres cualificadas que pueden realizar precisamente esos importantes trabajos». El ministro de Trabajo Heiko Maas (SPD) ha subrayado por su parte que no ve problema alguno en ocupar con mujeres todos los puestos necesarios: «El cuento de que no hay mujeres suficientes solo es cierto para aquellas personas que mentalmente viven todavía en el siglo pasado», ha señalado a la televisión pública ZDF. La introducción de la cuota femenina es el tercer gran logro del SPD después de conseguir la introducción del salario mínimo interprofesional y las mejoras en las prestaciones a las madres.

El borrador de ley de Merkel –que requiere que entre en funciones en 2016–, argumenta que apenas el 25 por ciento de los cargos en los directorios no ejecutivos están ocupados por mujeres. En los puestos del directorio ejecutivo de las treinta mayores compañías del índice alemán DAX, las mujeres ocupan el siete por ciento. Sin embargo, en este tipo de consejo la ley no interviene. Además de las al rededor de cien empresas afectadas, otras 3500 compañías medianas deberán determinar su propia cuota para cargos ejecutivos y de supervisión.

Merkel –primera canciller de Alemania que lidera un gabinete de hasta 40 por ciento de mujeres– no era especialmente entusiasta sobre las cuotas, pero estuvo de acuerdo como parte del acuerdo de coalición: «Hemos tomado una decisión, será implementada y la presentaré en nuestra reunión de gabinete del 11 de diciembre. No podemos darnos el lujo de renunciar a la experiencia de las mujeres», ha remachado la jefa del Gobierno alemán ante el Bundestag.

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