Día Internacional del Turismo

El turismo, una industria con más de un siglo de historia en Sevilla

La ciudad cuenta hoy con una de las plantas hoteleras más modernas de Europa y una excelente conectividad, gracias al empuje del aeropuerto

La llegada del AVE en 1992, una jornada de la Expo del 29 y turistas en la Catedral el pasado verano ABC

Elena Martos

Ni la pandemia ha matado al turismo en Sevilla ni ha estallado ninguna burbuja. Esta potente industria, que es hoy uno de los principales motores económicos de la capital andaluza, lleva más de un siglo en funcionamiento. La crisis del Covid-19 sólo ha ralentizado la actividad de forma temporal, pero la infraestructura sigue creciendo . Eso no lo demuestran las estadísticas mensuales, lo hace el hecho de que ningún empresario haya abandonado los proyectos hoteleros que tenía anunciados o en obras y que las grandes cadenas sigan abriendo nuevos establecimientos en la ciudad .

Turistas en el Alcázar R.D.

«Estamos al ralentí, pero no parados. En cuanto esto pase volveremos al momento anterior. No me cabe la menor duda», admite sin reservas la directora de un céntrico hotel que volverá a abrir sus puertas en octubre. Su convicción es fuerte, a pesar de que celebra este domingo el Día Internacional del Turismo en un ERTE y sostiene que « el próximo 27 de septiembre de 2021 estaremos hablando otra vez de récord de visitas de extranjeros. Ya verá ».

Como tantos profesionales del sector, esta directora de hotel confía el futuro al regreso de los viajeros internacionales. Considera que fue ahí donde comenzó a crearse esta industria que tiene más de un siglo en la ciudad. La Exposición iberoamericana de 1929 fue el origen, el primer escaparate del destino Sevilla . La muestra atrajo a 158.914 viajeros de fuera de España que llenaron los hoteles construidos para la ocasión que ocupaban manzanas completas: Eritaña , América Palace , Majestic (hoy Meliá Colón), Nuevo Suizo , Bristol , Savoy , Triana , Ciudad Jardín la Esperanza y Hoteles del Guadalquivir (Heliópolis). Los otros dos alojamientos señeros de la época fueron el Alfonso XIII y el Cristina , que llegó a tener cinco plantas del edificio que hoy conserva el nombre con más de 400 habitaciones.

Inauguración de la Exposición Iberoamericana ABC

La Exposición del 29 fue el germen de una planta hotelera que se fue estrechando y perdiendo calidad en las décadas posteriores. La mayoría de los grandes establecimientos se reconvirtieron en viviendas o modificaron su uso para servir como equipamiento militar y público y la visita turística se redujo al eje Catedral-Ayuntamiento, el parque de María Luisa y las plazas de España y América. En la década de los treinta del siglo pasado la entrada al templo mayor costaba tres pesetas y la subida a la Giralda, 25 céntimos. Por dos pesetas se podía visitar el Hospital de la Caridad, mientras que la Casa Consistorial y la Casa de Dueñas eran de entrada gratuita, como recoge el listado de precios de la guía del turista de aquella época, de la que todavía se exhibe un ejemplar en una vitrina del hotel Doña María , que dedica un pequeño espacio en el vestíbulo a esta historia del turismo en la ciudad.

Cuatro décadas después apenas había cambiado el panorama. El número de viajeros extranjeros que visitaba la ciudad superó por primera vez los 200.000 en 1970 (un total de 231.860 alojados en hoteles) , superando a los nacionales y curiosamente, Estados Unidos fue el primer país emisor, seguido de Francia y Reino Unido . Aquel año fue también el que trajo la catalogación hotelera actual. La planta se reducía a tres establecimientos de cinco estrellas y otros tres de cuatro. Los 108 restantes eran todos de categoría inferior, según la información de balance que publicó ABC con los datos oficiales.

Las dos muestras universales fueron claves para la construcción de este motor económico

Llegada del AVE ABC

Tuvo que llegar otra cita internacional para que Sevilla volviera a estar en el escaparate del mundo. La Exposición de 1992 supuso la gran expansión del sector con la construcción del actual aeropuerto de San Pablo y la llegada del AVE . Fue una auténtica revolución con la llegada masiva de visitantes y la multiplicación de la planta hotelera, que antes del evento se parecía más a la de un pueblo grande que a la de una capital de región — pasó de 7.000 a 18.000 camas en apenas un lustro —. Los profesionales del sector asumieron aquella transformación rápida, que los obligó a pronunciar las primeras palabras en inglés y a familiarizarse con el ordenador. Fue la época de los hoteles modernos al estilo de los de la Costa del Sol y de la estandarización de los servicios .

Aquella expansión se frenó en seco con la crisis económica y con la falta de conexiones aéreas, un mal que ha acompañado al destino hasta hace apenas unos años. Fue, precisamente, e l despegue del aeropuerto lo que ha reactivado el turismo en Sevilla , que ha cerrado en cifras récord los últimos tres ejercicios, el de 2019 con más de tres millones de viajeros, de los que un 60 por ciento fueron internacionales. La ciudad vuelve al escaparate del mundo, pero esta vez sin un evento relevante, sino con el esfuerzo y el coste de la promoción, un trabajo que se sigue alimentando aún en tiempos de pandemia y que volverá dar sus frutos cuando la tempestad pase.

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