La misteriosa postal de una sevillana que tardó 20 años en llegar a su destino

La carta, envíada en 1998 desde Estados Unidos, fue recibida por sus destinatarios dos décadas después

Mariano Galvache muestra la postal recibida veinte años después P. Y. B.

Pedro Ybarra Bores

Mariano Galvache se vio sorprendido el día de su pasado cumpleaños al comprobar que la postal que acababan de recibir en el buzón «llegaba con veinte años de retraso». Todo sucedió el pasado verano, cuando este maestro jubilado se encontraba de vacaciones en la casa de la playa de una de sus dos hijas y se vio sorprendido cuando el día de su cumpleaños llegó una carta que había salido de Virginia (EEUU) en 1998, veinte años antes.

La postal iba dirigida a su sobrino y la envió desde el continente americano Cristina de la Prada , una amiga de la familia que fue a Estados Unidos a visitar a una hermana que residía allí para descansar tras el repentino fallecimiento de su madre, narra Mariano mientras nos recibe en su casa sevillana acompañado de su mujer, Amalia Etayo.

«Como Cristina, que entonces tenía 26 años, había acompañado a su madre durante sus últimos días tras una rápida enfermendad, estaba agotada y apenas podía dormir, y por ello cuenta en la postal que allí duerme y bosteza como un hipopótamo como el de la foto, a la vez que contaba parte del viaje a su amigo», dice. Al no tener la dirección del sobrino, con quien Cristina tenía mucha amistad, puso la de la hija de Mariano, destino al que llegó veinte años más tarde.

«A lo mejor nos llega otra»

A sus 89 años, Mariano, que reside en el barrio sevillano de Los Remedios desde que se jubiló como maestro en Montellano, supone que «alguien encontraría la postal el pasado 10 de agosto en la Comandancia Naval del Puerto de Sevilla, debido al mensaje que habían escrito sobre ella. Una postal parecida también nos dijo que nos envío a nosotros, pero nunca nos llegó y a lo mejor algún día de estos también nos llega otra», bromea.

«Todos nos quedamos alucinados cuando llegó la carta a la misma casa de playa que teníamos hace veinte años. No tenemos ni idea de porqué ha tardado tanto en llegar, suponemos que alguien la encontró en un cajón y la volvió a poner en circulación, aunque no tenemos ni idea de quién ha escrito la anotación que dice lo de la Comandancia Naval. Suponemos que vendría por mar y por lo que sea quedó por allí», dice.

Para Cristina de la Prada , persona que escribió la carta y que también reside en Sevilla, «la historia de la carta que escribió hace veinte años me ha sorprendido una barbaridad. Imagina que veinte años después unos amigos te mandan una foto con la postal que escribiste veinte años antes y que acaban de recibir. No sé que ha podido pasar. No tengo ni idea ni lo entiendo. No se que ha podido pasar», afirma. «Al enterarme de lo de la carta, me vinieron muchos recuerdos de la primera vez que fui a Estados Unidos a ver a mi hermana que residía allí cuando murió mi madre de un cáncer muy rápido», recuerda.

La postal que tardó veinte años en llegar a su destino P. Y. B.

Enviada en el año 1998

La carta fechada en 1998 dice así:

«Querido Fabián, esta soy yo todas las mañanas cuando me levanto. No te puedes imaginar lo bien que duermo aquí y la cantidad de horas. La verdad es que me hacía falta porque estaba agotada. Estos hipopótamos pertenecen en realidad al zoo de Virginia Beach y son en verdad impresionante. Yo nunca había visto ninguno. También he ido a un acuario en el que había hasta tiburones. Qué miedo dan. Y eso que eran pequeños, no medían más de tres metros, ya os contaré. Muchos besos y recuerdos a toda la familia».

En la postal se puede leer la siguiente anotación:

«Encontrada en la Comandancia Naval del Puerto de Sevilla el 10 de agosto de 2018».

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