Antes del tratamiento
Antes del tratamiento - EDGERTON LAB/UCLA

Cinco lesionados medulares mueven sus piernas con estimulación eléctrica no invasiva

La estimulación no invasiva puede ayudar a las personas a recuperar algunas funciones autonómicas perdidas debido a la parálisis, como la capacidad de sudar, regular la presión arterial y controlar la vejiga, el intestino y la función sexual

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Cinco hombres con parálisis motora completa han sido capaces de generar voluntariamente movimientos escalonados gracias a una nueva estrategia basada en la estimulación eléctrica forma no invasiva de su médula espinal, según un nuevo estudio financiado por los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU. (NIH). La estrategia, llamada estimulación transcutánea, suministra corriente eléctrica a la médula espinal a través de electrodos colocados estratégicamente en la piel en la zona de la espalda inferior. Esto amplía a nueve el número de individuos completamente paralizados que han alcanzado movimiento voluntario mientras reciben estimulación de la médula, aunque esta es la primera vez que el estímulo ha sido administrado entregado de forma no invasiva. Anteriormente se hizo a través de un dispositivo de estimulación eléctrica implantado quirúrgicamente en la médula espinal.

Los movimientos de los hombres se produjeron mientras sus piernas se suspendieron en el aire, lo que les permite moverse libremente sin resistencia de la gravedad. Aunque este movimiento no es comparable a caminar, sin embargo, suponen un progreso significativo hacia el objetivo final de desarrollar una terapia para una amplia gama de personas con lesión de la médula espinal.

«Estos resultados proporcionan evidencias de que la lesión de la médula espinal ya no ya no es una sentencia de por vida de la parálisis y apoyan la necesidad de más investigación», señaló Roderic Pettigrew, director del Instituto Nacional de Imágenes Biomédicas y Bioingeniería de los NIH. «Ofrecer una terapia a los pacientes sin necesidad de cirugía sería un gran avance, pero además podría ampliar el número de personas que podrían beneficiarse de la estimulación de la médula». El estudio se ha publicado en la revista « Journal of Neurotrauma».

Hace poco más de un año, un equipo de la Universidad de Louisville (EE.UU.) informó que cuatro hombres con parálisis motora completa habían sido capaces de generar algunos movimientos voluntarios gracias a la estimulación eléctrica de su médula espinal. La estimulación se realizaba a través de un dispositivo, llamado un estimulador epidural, que se implanta quirúrgicamente en la superficie de las médulas espinales de los hombres. Gracias a ese éxito, los investigadores comenzaron a desarrollar una estrategia no invasiva, creyendo que podría ampliar en gran medida el número de individuos con parálisis que potencialmente podrían beneficiarse de la estimulación de la médula.

Después del tratamiento
Después del tratamiento

En el nuevo trabajo, cinco hombres – cada uno de ellos paralizado durante más de dos años- se sometieron a una serie de sesiones de 45 minutos, una vez a la semana, durante aproximadamente 18 semanas, para determinar los efectos de la estimulación eléctrica no invasiva sobre su capacidad para mover sus piernas. Durante las últimas cuatro semanas del estudio, se administró buspirona, un fármaco que imita la acción de la serotonina y que se ha demostrado que induce la capacidad motora en ratones con lesiones de la médula espinal.

Al inicio del estudio, las piernas de los hombres sólo se movieron cuando la estimulación era lo suficientemente fuerte para generar movimientos escalonados involuntarios. Sin embargo, cuando los pacientes trataron de mover sus piernas mientras se recibe estimulación, su rango de movimiento se incrementó significativamente. Después de solo cuatro semanas de estimulación y entrenamiento físico, los hombres fueron capaces de duplicar su rango de movimiento al mover voluntariamente sus piernas mientras recibían estimulación. Los investigadores sugieren que este cambio se debió a la capacidad de la estimulación eléctrica para despertar conexiones latentes que puedan existir entre el cerebro y la médula espinal de los pacientes con parálisis motora completa.

Después de solo cuatro semanas de estimulación y entrenamiento físico, los hombres fueron capaces de duplicar su rango de movimiento al mover voluntariamente sus piernas mientras recibían estimulación

Este equipo ya ha iniciado un estudio para ver si estos mismos pacientes pueden ser entrenados con la estimulación de la médula no invasivo para soportar su peso, una hazaña que los cuatro hombres con estimuladores implantados quirúrgicamente ya han logrado. Además, están interesados en determinar si, de forma similar a la estimulación epidural, la estimulación no invasiva puede ayudar a las personas a recuperar algunas funciones autonómicas perdidas debido a la parálisis, como la capacidad de sudar, regular la presión arterial y controlar la vejiga, el intestino y la función sexual .

Además también quieren probar la estimulación no invasiva en personas que tienen parálisis parcial. «Nos hemos centrado en los individuos con parálisis completa porque sabíamos que iba a ser la población más complicada. Siempre hemos pensado que las personas con lesiones parciales tiene aún más margen de mejora », afirma Reggie Edgerton, director del proyecto.

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