Así quedan los platós de las pelis porno tras una grabación

Si siempre te quejas de que tu trabajo es asqueroso, es porque no conoces lo que tuvo que aguantar el fotógrafo británico Jo Broughton durante su juventud. Y es que, mientras otros repartían periódicos o se buscaban la vida de camareros, él decidió aceptar un empleo en el que tenía que limpiar los platós de las películas pornográficas una vez que se había acabado la escena. ¿Repugnante, verdad?

Eso pensaba Jo en un principio, pero posteriormente aprendió a ver su trabajo como algo hermoso y encontró la belleza en los mismos sets de rodaje. Así pues, empezó a fotografiarlos una vez que las escenas habían terminado y antes de limpiarlos para, así, dar sus primeros pasos en el mundo de las instantáneas.

Unos escenarios algo curiosos y poco convencionales, pero que ahora ha reunido en su último libro, según afirma la « BBC».

«Con este trabajo descubrí que siempre hay dos partes en la historia: la luz y la oscuridad. Pero al final no estaba sino aprendiendo mi oficio, tratando de entender la luz y cómo ser un buen fotógrafo. Como encargado de la limpieza pude ver los sets en plena luz del día y limpiar el desorden. Era como estar en una escena del crimen. Escondí mi asociación con la industria del porno como un secreto culposo, pero sin ella no hubiera podido realizar mis ambiciones», explica.