mi rincón favorito

«Hay gente que se cree que por ser de derechas no se puede ser liberal»

Ymelda Moreno de Artega, la marquesa de Poza que a sus 89 años brilla por su currículum como periodista, gastrónoma, escritora, ex presidenta de la Cofradía de la Buena Mesa y directiva de la Real Academia de la Gastronomía

Ymelda Moreno de Arteaga, marquesa de Poza. L. V.

Goretti Domecq

El Puerto

Ymelda Moreno de Arteaga, marquesa de Poza es una madrileña de nacimiento, pero gaditana de corazón, este vínculo le viene por parte de su familia paterna que es jerezana. Eso hizo que pasara largas temporadas entre Jerez, El Puerto y actualmente en Sanlúcar de Barrameda. Su padre, Francisco Moreno y Herrera era el VII Conde de los Andes, título que fue elevado a la Grandeza de España por Alfonso XIII a favor de Francisco Moreno y Zuleta, abuelo de nuestra protagonista, ministro de Economía Nacional y Hacienda durante la dictadura del general Primo de Rivera. Por la rama materna, su abuelo Joaquín de Arteaga y Echagüe fue Duque del Infantado.

La aristócrata nos recibe en el bonito patio de su casa sanluqueña, un antiguo Hospicio de Expósitos de 1630 que posee desde hace 22 años y que se ha convertido en su refugio, en un lugar especial para ella y su familia que le acompaña durante esta temporada veraniega.

Encima de la mesa no faltan sus diarios de cabecera, ABC, medio del que fueron críticos gastronómicos tanto su padre como ella durante varios años, y La Voz de Cádiz que siempre que está por la provincia no le falta. Junto a la prensa podemos ver sus dos libros, dos hijos más que se suman a los cinco que tiene. 'La cocina moderna en Andalucía', publicado en 1991 y su segunda publicación escrita en 2007, 'Saberes y sabores de ayer y de hoy. Los productos de nuestra tierra y sus recetas', por la que siente más predilección. Ambas obras son una reliquia que difícilmente se pueden encontrar hoy en día en el mercado.

Otra imagen de la protagonista. L. V.

Periodista, gastrónoma, escritora, ex presidenta de la Cofradía de la Buena Mesa, directiva de la Real Academia de la Gastronomía, Premio Nacional de Gastronomía, coordinadora de la guíaRepsol, hasta 2008 llamada Campsa... Una vida digna de admirar para una señora de su épocaa la que le toco reinventarse por las circunstancias de la vida. Su entereza y su capacidad de superación hicieron que tras quedar viuda a los 34 años y con cinco hijos, esta madrileña enfocase su futuro en lo que más le gustaba, por un lado, escribir y por otro, de cocina.

«Cuando a una señora de mi época le sucedía algo así solían ponerse a trabajar vendiendo bolsos de marcas, como Loewe, pero yo decidí hacer lo que me gustaba», cuenta como anécdota.

La escritora que es descendiente de políticos dice que siempre ha sido una persona muy liberal, al igual que su padre lo fue. «Hay gente que se cree que por ser de derechas no se puede ser liberal», no ha dudado en afirmar. Ymelda asegura que puede no comulgar con las ideas de los demás, pero eso no quiere decir que no los comprenda, como ella dice, cada cual es cada cual, y hay que respetarlo, por lo que no se considera una persona impositiva.

«En lo único que si lo he sido en mi familia fue con mis hijos, en los estudios porque para formarles no hay más remedio que ser un poco estrictos. Las niñas no hubiesen estudiado carrera, pero ahora me agradecen les hubiese obligado», ha querido puntualizar.

Cuando se quedó viuda, la marquesa de Poza recuerda que cuando los cinco niños se iban al colegio se quedaba sola y necesitaba ocuparse con algo en su vida. «Llamé a Luis María Ansón para preguntarle sobre que estudios de periodismo de entonces me recomendaba, entonces había dos tipos de cursos, pero no eran carrera todavía y me dijo: espérate que el año que viene sale Ciencias de la Información que ya es título universitario», cuenta Ymelda que fue de esta primera promoción. Allí coincidió con Arturo Pérez-Reverte y con el padre de la reina Letizia, aunque no llegó a tratarle.

La otra gran pasión de Ymelda es la cocina que la vivió desde pequeña, ya que en casa de su abuelo contaban con el prestigioso cocinero y precursor de la cocina moderna, Teodoro Bardají del que dice que conocía muy bien las bases de todo. «A día de hoy sigo añorando su puré de patatas que me trae memorias de mi infancia y adolescencia. Es un recuerdo del paladar», ha asegurado la gastrónoma.

«Yo solía bajar con mi padre a eso de la una a la cocina cuando estaban cocinando para la familia que así de bonito se les llamaba a las personas que trabajaban en las casas. Ellos solían comer antes igual que los niños. A mi padre que era un gran gastrónomo como mi abuelo el conde de los Andes, le gustaba mucho el 'sopeo' y ahí se tomaba él su primer aperitivo. Siempre metía la cuchara en los guisos deliciosos de Teodoro e incluso ya me enseñaban algunas cosas», recuerda.

Su progenitor fue presidente de la Cofradía de la Buena Mesa y cuando ejercía de crítico gastronómico en ABC, la marquesa de Poza fue su "misteriosa acompañante durante años para después sucederle bajo el seudónimo de Zenon, de ahí su aprendizaje.

Ymelda ha sido ventimuchos años presidenta de la Cofradía de la Buena Mesa y este año a sus 89 ha decidido ceder los trastos a Ramón Pérez Maura. Además, ha participado mucho en la Real Academia Española de la Gastronomía que curiosamente ha coincidido con que su presidente Rafael Ansón también ha dejado ahora la presidencia. Aunque ya no tenga las mismas responsabilidades, la periodista sigue colaborando y aportando su granito de arena porque es difícil de igualar su conocimiento y experiencia.

La marquesa de Poza solía pasar sus veranos en Jerez hasta que falleció su padre y decidió comprarse una casa en el Puerto, más concretamente en una urbanización que estaba empezando a construirse y que hoy conocemos como Vistahermosa.

«Lo que más me gustaba es que allí me encontraba con mis amigas de Sevilla, Jerez y de Madrid. Para los niños era el lugar perfecto porque podían pasear con mucha seguridad, tenían el Buzo y sus espacios para hacer deporte. Cuando crecieron vendimos esa casa y nos fuimos a Sanlúcar porque a mí me gustaba mucho el concepto y la cultura de los pueblos. Sus fiestas y su gente. Ahora disfruto mucho de este rincón andaluz del que me encanta su gastronomía. Ir a cualquier restaurante de Bajo Guía es una maravilla. Además, aquí encuentro uno de mis ingredientes favoritos, las patatas de Sanlúcar», cuenta con gracia.

La marquesa relumbra por sus conocimientos y su cultura. Sus infinitas ganas de seguir aprendiendo son todo un ejemplo para las nuevas generaciones. Trabajadora, luchadora y un referente de la gastronomía española. Le gusta encontrarse con sus amigas de siempre y el verano es la mejor ocasión para ello. Asegura que lo más importante para que una mesa sea perfecta es una buena charla porque sin la compañía adecuada es imposible disfrutar de una comida. Dice que Sanlúcar es como Jerez, pero con playa y allí ha encontrado su rincón.

Sin duda Ymelda necesitarías más de una página para conocerte porque lo que has vivido y lo que puedes contar da para un libro. Muchas gracias por compartir con nosotros tu maravillosa forma de vivir la vida.

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