Cádiz

Los efectos del cambio climático en la provincia de Cádiz

El calentamiento global está provocando un incremento en la subida anual del nivel del mar, un adelanto en la floración de las plantas, los embalses pierden agua año a año y la provincia lidera en Andalucía las muertes por cáncer de piel

El cambio climático y su incidencia en la floración de las plantas

Imagen de archivo del embalse de Charco Redondo en Los Barrios L. V.
Jesús Mejías

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La provincia de Cádiz posee una riqueza cultural y natural incomparable, pero al igual que ocurre en otras regiones, lleva sufriendo desde hace años las consecuencias del cambio climático, un fenómeno global que está dejando huella en cada rincón del planeta. Desde la serranía gaditana hasta sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, el impacto del calentamiento global es cada vez más evidente, no solo amenazando el medio ambiente, sino también la economía y el bienestar de los gaditanos.

Las consecuencias del cambio climático son conocidas por los seres humanos. Una de las cuestiones más perceptibles es el aumento de las temperaturas y la escasez de lluvia que conllevan una sequía cada vez más alarmante, así como un aumento del nivel del mar. Debido al cambio climático, regiones como Cádiz hacen frente a sequías más frecuentes, severas y duraderas. Las sequías tienen a menudo efectos colaterales, por ejemplo, en las infraestructuras de transporte, la agricultura, la silvicultura, el agua y la biodiversidad. Las sequías hacen descender los niveles de agua en ríos y aguas subterráneas, frenan el crecimiento de árboles y cultivos, hacen aumentar las plagas y alimentan los incendios forestales.

Por otro lado, desde hace años se observa una alteración en los patrones de lluvia y nieve, en las que se suceden semanas durante los meses de otoño e invierno en los que apenas llueve, y posteriormente le siguen varias jornadas de lluvias muy intensas que en algunos casos provocan un auténtico caos en algunas localidades de la provincia, así como inundaciones y deslizamientos de tierra. El cambio climático altera también los hábitats naturales y desplazando a muchas especies de plantas y animales, lo que puede llevar a la extinción de especies y a cambios en los ecosistemas, y que especies no consigan adaptarse a las nuevas temperaturas o a las modificaciones de su ecosistema y acaben desapareciendo.

Además, el cambio climático puede aumentar la incidencia de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue y la malaria, debido a la expansión de los hábitats de los mosquitos, y puede aumentar el riesgo para los gaditanos de padecer enfermedades vinculadas con el calor y también afecta a la calidad del aire, lo que empeora las condiciones de salud respiratoria.

Escasez de lluvia

La sequía es una de las principales consecuencias del calentamiento global. Las precipitaciones escasean, hay menos días con precipitaciones cada año, pero cuando llueve lo hace de una manera intensa y brusca que provoca en muchos casos inundaciones en las localidades de la provincia de Cádiz.

Según los datos de la Junta de Andalucía, las precipitaciones anuales en Cádiz capital para el año 2024 serán de 405 mm, una cifra inferior a los 453 mm del año 1961 y los 426 mm del año 1985. De cara al futuro las previsiones no son para nada positivas, con unas estimación de 381 mm para el año 2025 y 341 mm en el año 2100. En Chiclana, para 2024 se esperan 484 mm, cifra inferior a los 522,3 del año 1961, pero superior a la estimación para el año 2100 que es de tan solo 410 mm.

En Jerez, en el año 1961 las precipitaciones anuales acumularon 593 mm de media, para 2024 se esperan 540,5 y para el año 2100 se esperan 460 mm. En Grazalema, en 1961 el dato fue de 1.040,2 mm, para el presente año las previsiones son de 951 mm y para el año 2100 de 837,1. En el campo de Gibraltar, en concreto en Algeciras, la estimación para 2024 es de 768,8 mm y para 689,6 mm. Por lo tanto, se aprecia como las precipitaciones anuales irán descendiendo en la provincia de Cádiz.

Esta escasez de lluvia está dejando una estampa de los embalses y pantanos gaditanos prácticamente secos, con un déficit de agua bastante importante y que ha llevado a los diferentes ayuntamientos a tomar una serie de medidas drásticas para paliar la crisis del agua, como por ejemplo la eliminación de las duchas y lavapiés de las playas en el capital gaditana para el próximo verano.

El estado de los embalses y pantanos de la provincia de Cádiz es bastante crítico. El pasado 25 de marzo, el agua embalsada en Cádiz era de 408 hectómetros cúbicos, lo que representa el 22,41% de la capacidad total. Las lluvias de los últimos meses han propiciado un necesario aumento de la cantidad de agua embalsada, ya que con respecto a la semana anterior, el 18 de marzo, ha habido un incremento del 0,33%.

En el embalse de Barbate, la cantidad de agua embalsada es de 35 hectómetros cúbicos, un 15,35% de su capacidad total. Hace un año se encontraba al 21,05% y en 2014 al 55,92%. En relación al embalse de Bornos, con 41 hectómetros de agua acumulados, se encuentra al 20,50% de su capacidad total, hace justo un año presentaba albergaba el 32% del total de su capacidad y en 2014 el 52,80%. Con respecto al embalse de Guadalcacín, se encuentra al 16,13% de su capacidad total, diez puntos menos que hace un año, mientras que en 2014 estaba al 55,69%. El último de los cuatro embalses con mayor capacidad de la provincia de Cádiz, Zahara-El Gastor, con 24 hectómetros cúbicos de agua embalsada, solo cuenta con el 10,76% del total de su capacidad, diez puntos menos que en 2023 y hasta 55 puntos menos que en 2014.

Aumento del nivel del mar

Otra de las consecuencias del cambio climático es el aumento del nivel del mar provocada por el deterrimiento de los casquetes polares. Un equipo científico del Grupo Mediterráneo de Cambio Climático (GCC) del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), en colaboración con el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) ha constatado la aceleración del ritmo al que sube el nivel del mar en la provincia de Cádiz, que aumentó a un ritmo de 1,6 milímetros por año desde 1948 hasta el año 2019, mientras que desde el año 2020 el ritmo al que se incrementa el nivel del mar en Cádiz es de 2,8 milímetros, casi el doble. Esta subida del mar tendrá efectos graves, como el retroceso de la línea de costa y pérdida de playas, o el mayor impacto de los temporales sobre las construcciones e infraestructuras costeras.

Gregorio Gómez Pina Dr. Ingeniero de Caminos Canales y Puertos y Máster en ingeniería Oceánica por la Universidad de Hawai y Cantabria, señala que con la subida del nivel del mar «no me atrevo a decir que en X años nos vamos a quedar sin playas», pero «sí es importante decir que según la ley de Bruun, aceptada mundialmente, las costas adaptan sus nuevas sus posiciones de equilibrio, ante una subida del nivel medio del mar, retrocediendo una distancia entre 30 y 60 veces la subida del nivel medio del mar«.

«Las playas de menor pendiente, es decir, las de sedimentos más finos, retroceden más que las de grano más grueso», destaca.

Afirma que «otro efecto detectado por la universidad de Cantabria es que las borrascas, por el cambio climático, cambian de dirección unos grados» y «como las playas en general se orientan a esa dirección media, si se produce un pequeño giro de esa dirección media, en las playas muy largas, en un extremo aumentará la playa, que sería positivo, pero por el contrario, en el extremo opuesto, habrá menos ancho, que sería negativo».

En palabras de Gregorio Gómez Pina «las dunas, los cordones dunares, son la mejor defensa ante los temporales y ante esa subida del nivel medio del mar», ya que «protegen de esas inundaciones. Además, ante los grandes temporales, proporcionan la arena que forman las barras sumergidas. Esas barras sumergidas hacen que las olas más grandes del invierno rompan más lejos, y por tanto protegen las playas», es por ello que «en contra de lo que mucha gente piensa, los escalones de arena que aparecen después de los primeros temporales, y que se pueden formar, por ejemplo, en una semana, son buenos, pues indican que se han firmado esas barras. Cuando llega el buen tiempo, esas barras sumergidas suben hacia la playa, pero pueden tardar 1 o 2 meses»

Por otro lado, el agua de los mares y océanos ha sufrido un incremento de su temperatura en los últimos años, una situación que está repercutiendo en los ecosistemas marinos. No solo aumenta la temperatura del mar, sino también la frecuencia de las olas de mar marinas, que son procesos puntuales donde la temperatura del océano alcanza rangos bastante elevados.

El incremento de la temperatura del nivel del mar puede desencadenar en una variación de las actitudes migratorias de algunas especies. La Universidad de Southampton publicaba recientemente un estudio en el que se alertaba de que el incremento de las temperaturas en el Mar Mediterráneo provocaría en el futuro, en unos cincuenta años aproximadamente, que el atún rojo establezca en aguas más frías sus zonas de cría. Todos los años, a partir del mes de marzo, el atún rojo inicia una de las migraciones más espectaculares que se pueden ver en la naturaleza. Abandonan las frías aguas del Atlántico Norte para regresar al Mar Mediterráneo para iniciar su desove, su reproducción, en las zonas próximas a Sicilia y las Islas Baleares. Es en esa migración hacia las aguas más cálidas del Mediterráneo, entre los meses de mayo y junio, cuando en Cádiz tiene lugar la pesca mediante la técnica de la almadraba. Es por ello, que si en cincuenta años, como adelanta el estudio, los atunes buscan aguas más frías para su crianza, dejarían de pasar por el Estrecho de Gibraltar y pondría en peligro en la provincia un estilo de vida trimilenario.

Se podrían perder especies como el atún rojo de almadraba, pero también podrían llegar a las aguas gaditanas especies de carácter tropical, aquellas que están acostumbradas a vivir en ambientes más cálidos, especies invasoras que podrían provocar la extensión de otras autóctonas.

Enfermedades de la piel

Aunque esté relacionado directamente con el incremento de las temperaturas y de las horas de sol diarias, el cambio climático está afectando a la salud de las personas. La provincia de Cádiz lideró en Andalucía en el año 2022 las muertes a causa de tumores malignos de la piel y el tejido subcutáneo con 47 fallecidos, y otras 22 defunciones por melanoma maligno de la piel.

La provincia es un territorio en el que prácticamente desde abril hasta octubre, los gaditanos van a la playa, en muchas ocasiones sin usar protección solar. Curiosamente, otras provincias del interior de Andalucía como Córdoba y Jaén, dónde las temperaturas suelen ser bastante más elevadas en verano, son las dos regiones de la comunidad autónoma con una incidencia más baja en cuanto al cáncer de piel.

Adelantamiento de la floración de las plantas

El cambio climático afecta a todos los seres vivos, tanto a los animales como a las plantas. Fernando Ojeda Copete, catedrático de Botánica de la Universidad de Cádiz, en una entrevista reciente en LA VOZ aseguraba que «se está observando que la floración de las plantas se adelantando» y lo relacionaba directamente con el cambio climático.

«Hay datos contrastados, se ha visto que hay un adelanto promedio de unas catorce horas al año en la floración de las plantas. Desde los años setenta, cada año se adelanta la floración de las plantas unas catorce horas de promedio», por lo que «desde los años setenta ha habido un adelanto de unos 25-30 días aproximadamente en la floración de las plantas. Hay plantas que antes florecían en abril, y ahora ves la flor en marzo, es algo que llama bastante la atención», aseguraba.

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