Sucesos Cádiz

Un hombre se atrinchera en su casa de Chiclana y arroja cristales a la calle

Policía Local y Guardia Civil actuaron rápidamente de madrugada ante el grave riesgo que podía correr la pareja de esta persona que, fuera de sí y ensangrentado, estaba muy alterado

Los agentes pudieron entrar en la vivienda y detenerlo por desobediencia y daños

Cristales que cayeron a la calle desde la vivienda. La Voz

M. Almagro

Nuevo posible episodio de un supuesto caso de violencia de género en la provincia de Cádiz. Concretamente en Chiclana donde agentes de la Policía Local y Guardia Civil tuvieron que intervenir debido al riesgo y la peligrosidad que podía correr una mujer y deteniendo a un hombre como presunto autor de un delito de desobediencia grave a los agentes que actuaron y otro de daños.

Según ha podido saber este periódico, los hechos sucedían en la citada localidad en torno a las siete de la mañana de este pasado domingo cuando los vecinos daban la alerta de que se estaba produciendo una fuerte discusión en un domicilio y que una persona había roto el ventanal de la vivienda y estaba arrojando cristales -algunos de gran tamaño- hacia la calle.

Al lugar acudieron varios efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil de Chiclana. Al llegar los agentes pudieron escuchar los gritos que procedían de la segunda planta de un edificio y comprobaron como en la calle había numerosos cristales rotos que además habían impactado con un vehículo allí aparcado. Una vez allí vieron desde un balcón comunitario como un varón se encontraba en el interior del piso fuera de sí. Los agentes le pidieron que se identificara a lo que se negaba y le preguntaron por cómo y dónde se encontraba su pareja, sin obtener respuesta en ningún momento, por lo que temieron que ésta hubiera sufrido algún daño.

El hombre se encontraba muy alterado y se negaba a abrirles y además tenía varias heridas sangrantes en las piernas y también rastros de sangre en sus manos y brazos. En esta situación de enorme tensión los efectivos le advirtieron que tenía que dejarles pasar a lo que este individuo se negaba reiteradamente. Finalmente lograron convencerle y abrió la puerta de manera violenta llegando a embestirles y a forcejear por lo que los agentes lo redujeron y detuvieron en ese momento.

Una vez dentro, la pareja les aseguró que no había sufrido ningún daño aunque tenía rastros de sangre en sus manos. La casa se encontraba completamente desordenada y con cristales también por el suelo. El hombre continuaba muy alterado y, según fuentes consultadas, podía estar bajo los efectos del alcohol y de alguna droga.

Ante tales hechos los agentes activaron el protocolo viogén contra los malos tratos y detuvieron al sospechoso por un delito desobediencia grave, además de daños y fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil para pasar posteriormente a disposición judicial.

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