«Begoña sólo dijo en un vídeo lo que pensaba; y por ello en Cataluña los trabajadores sufren presión, despidos y hasta escraches»

Y se viralizó. Se lanzaron en tromba personalidades tan relevantes como el propio consejero de Salud, Manuel Balcell, y el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. «Hay un lengüicidio en marcha. Espero que Salud actúe inmediatamente». Y Salud ha actuado. Casi una hora de interrogatorio «policial», en catalán y por un emisario enviado por el 'Govern'.

Gloria Lago, presidenta de la asociación Hablemos Español, ha participado en una entrevista en Canal Sur, en el programa de Jesús Vigorra. En la radio ha destacado que «es importante que la gente sepa lo que está pasando. Hay muchos profesionales de la sanidad y la educación que por oponerse al sanedrín sufren presión, despidos y hasta escraches». Y es el caso de Begoña. «Grabó inocentemente un vídeo diciendo lo que pensaba, algo que la gente no se atreve a decir».

«Son más de 30 sanitarios los que están impugnando las oposiciones allí, porque el requisito que se les exige es desproporcionado. Pedirle un C1, que es altísimo, a un profesional de la salud, creemos que no tiene encaje legal. Nos ha costado mucho encontrar a estos profesionales», reconoce.

Y Lago insiste. «No sólo son sanitarios. También arquitectos, a los que se le exige un nivel altísimo de lengua catalana. Tenemos a su vez el caso de una profesora de música de trompa que le mandaron al paro con 62 años porque no podía acreditar su título de valenciano. Aquí lo que menos importa es la competencia profesional», lamenta.

«Hoy se publican datos sobre el interrogatorio. Y es que querían que las compañeros se retractaran y las dejaran solas. Sucede con mucha frecuencia y a espaldas de la profesión», declara. «Y se habla mucho de Cataluña, pero está peor en País Vasco especialmente en Educación. Es un problema de toda España que hay que intentar solucionar. No se puede hacer guetos en cada comunidad autónoma».

Apunta que Begoña «ya no está trabajando en el hospital. Ella ha desistido porque el ambiente es complicado. Es difícil trabajar en ese hospital y en la sanidad pública catalana. Acabará en otra comunidad autónoma y eso es un éxito para ellos. Es fundamental, el miedo y la coacción son parte de su modus operandi».

La persona que interrogó a la enfermera gaditana «es un personaje que hace cuatro años era delegado sindical de UGT. Donde hay nacionalismo se inserta en todo, la infección llega a todos, poniendo la lengua en primer lugar y su concepto de patria por encima de todo. Están convencidos, pero no sólo los sindicatos. También ONGs que hacen una labor enorme en toda España y allí parece que van por libre. Y ojo con la Comunidad Valenciana, que estamos notando cambios«.

«Begoña habló desde la sinceridad. ¿Para qué quiero un C1, para atender a un paciente? Otra cosa es la cooficialidad de las lenguas. Pero se puede conseguir sin que todos los profesionales tengan un alto nivel lingüístico«, termina.