'Cristo y Rey' y 'Escándalo': las series españolas empiezan el año con mal pie

La serie de Antena 3 sobre Bárbara Rey y Ángel Cristo debería tomarse menos en serio. La de Telecinco, sobre el romance entre una mujer adulta y un menor de edad, también

Belén Cuesta es Bárbara Rey en el segundo episodio de 'Cristo y Rey' Atresplayer Premium
Óscar Rus

Óscar Rus

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Si 2022, en cuanto a series españolas, acabó con una alegría ( 'Machos Alfa' , que tendrá segunda temporada en Netflix), 2023 ha empezado con dos dramas, dos decepciones: 'Cristo y Rey' (Antena 3) y 'Escándalo. Relato de una obsesión' (Telecinco). El diagnóstico, tras ver los dos primeros episodios de ambas, es el mismo: mucho ruido y pocas nueces. Si tenían dudas para verlas, pasen y lean. O vean 'La promesa' (La 1): es más entretenida.

Cristo y Rey

Belén Cuesta es Bárbara Rey en 'Cristo y Rey' Atresplayer Premium

A 'Cristo y Rey' hay que reconocerle el mérito: no habrá mejor título en la ficción española este año. Y acabamos de empezar. Un título divino, mitológico, casi religioso. Cristo Rey. La cabecera es corta y bonita. Pero sosa, como la serie. 'Cristo y Rey ' podría haberse llamado 'La piel del domador' porque el titular iba a ser Ángel Cristo ( Jaime Lorente ), que ya no puede protestar. El personaje sí abre la serie a punta de pistola, marcando mandíbula, como el Denver de 'La casa de papel' . Falta Paco Tous.

Detrás de una gran mujer, Bárbara Rey ( Belén Cuesta ), no siempre hay un gran hombre. Este sí que es un blandengue . No sale El Fary, pero sí Manolo Escobar, al que reinterpreta Daniel Muriel, que ya le tocó hacer de Antonio Alcántara en el episodio cuatrocientos de 'Cuéntame'. También salen, a bombo y platillo, Juan Carlos I y Paquirri. Amantes. Hombres casados con hijos. A su lado, Carmina y Sofía, que ven los toros desde la barrera. No son tontas. El 'quién es quién' es de brocha gorda, como en casi todo 'biopic' comercial. 'Veneno' fue buenísima, pero sutil no. En 'Cristo y Rey' aparecen otras viejas glorias como Francis Lorenzo.

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Cristo y Rey

Cristo y Rey

Aquí, de momento (dos capítulos en Atresplayer Premium ), Bárbara Rey es la buena, la víctima, de la historia. La suya, claro. Ha dado el visto bueno. Algunas cosas se han suavizado. Vale, esto no es un documental ; ya vendrá, como el de Rociíto, sin ser el suyo nada de eso. La subjetividad, en la ficción, es de agradecer. Un punto de vista. Es verdad que el polígrafo de Conchita echaría humo . Chelo (Adriana Torrebejano) como escudera de Bárbara. Como la chica de los recados. Pasa más tiempo con su amiga entrañable que con Parada, el novio. No lo sé, Rick, parece falso. Su noche de amor sí fue una fantasía. Una real. Aunque en aquella cama fueron más de dos. Y de tres.

Inexactitudes aparte, 'Cristo y Rey' es una serie correcta, pero insuficiente. No está a la altura de las circunstancias. Los efectos visuales tampoco: el tigre, vale, pero los elefantes... Hacía falta más dinero. El segundo episodio es mejor que el primero; en ambos se reparte el tiempo entre Ángel y Bárbara. Todavía no están juntos. Ni revueltos. Cada loco con su espectáculo, con su trauma. Está el ánimo por parte de los guionistas de humanizar al personal. El 'flashback' tiene 'flashbacks'. Son dos animales heridos. A él, de niño, le mandaron con las monjas; se le murió su primera mujer. Ángel como hombre de circo, de familia. Parece esto a veces 'El Padrino': cuánto mafioso.

'Cristo y Rey' podría haber sido nuestra 'American Crime Story' , nuestra 'Mrs. America' . Tiene mejor arranque 'Nacho', más desvergonzada, que llega en marzo también a Atresplayer Premium. A 'Cristo y Rey' le vendría bien despeinarse, quitar hierro al asunto, aunque lo que vaya a contar sea una verdadera tragedia. Lo más divertido es el encuentro y desencuentro de Bárbara con otro rey.

Escándalo. Relato de una obsesión

Alexandra Jiménez y Antonio Gil, en el segundo episodio de 'Escándalo. Relato de un obsesión' Telecinco

Si 'Cristo y Rey' se lleva la palma a mejor título (premio de consolación, como el de mejor póster o mejor tráiler), la nueva serie de Telecinco deja mucho que desear: 'Escándalo, relato de una obsesión' . Título largo y tópico. A Google no le gusta. Para 'Scandal', la serie de Shonda Rhimes, en Disney+. Aventura en la Casa Blanca. Malísima y larguísima. También está 'Un escándalo muy inglés'. Y 'Un escándalo muy británico'. Miniseries . La primera, en Prime Video, es mucho mejor que la segunda, en HBO Max . Hay una película, 'El escándalo (Bombshell)' , que hizo muy divertido un asunto muy serio: el 'Me too'.

Lo del subtítulo que no aporta (y encima estorba) ya pasó hace unos años con 'Madres. Amor y vida' , de la misma cadena y de la misma productora. ¿Amor y vida? Por favor. La gente se queda con la primera palabra. Si hay suerte, con la primera media hora. Y la de 'Escándalo' es aburrida. Treinta minutos que sirven para explicar una y otra vez por qué la protagonista, Inés ( Alexandra Jiménez ), intenta suicidarse en el mar y acaba en la cama con un yogurín, Hugo ( Fernando Lindez ); el mismo que la rescata del agua. Se la lleva a casa, la seca y entran en calor. Una cosa lleva a la otra. El culo lo enseña él. La escena es digna de Shonda, aunque ninguna superará a Viola Davis despelucada . Y después, jarro de agua fría. 'Varios meses antes'. No, hombre, no. Más que 'in medias res', esto es un 'coitus interruptus'.

Uno quiere pegarle un bofetón a la hija de ella. Una adolescente maltratadora. La niña de papá, otro que tal baila. La protagonista está obsesionada con ser madre (tiene pesadillas con la suya) y le falta tiempo para contar que está embarazada. Todo son caras largas. Imaginen el desenlace. Hasta que se repite y expande la noche de amor, de confusión, porque ella cree que él tiene 16 años. Todavía no. La madre del chaval murió en el parto. Al padre (Antonio Gil), católico y conservador, ni toserlo. El hermano mayor ( Carlos Serrano ) está en Vox, pero no se deja muy claro: está en contra de la inmigración, lleva 'fachaleco' y un pin con la bandera de España.

Tampoco es que la premisa de 'Escándalo' sea muy original. 'Física o química' ya lo hizo hace 15 años: una profesora enrollada (Blanca Romero) se acuesta con un alumno sin saber que lo es (lo mismo que en 'Anatomía de Grey' , de Shonda). Ella es expulsada y él acaba muerto. Que supere eso 'Escándalo' . Tras la primera canita al aire, la cosa se pone más entretenida, menos seria, y el primer episodio acaba con un girito interesante: si no puedes con tu enemigo, acuéstate con él. Hay un salto temporal en el segundo episodio. 'Varios meses después'. Otro jarro de agua fría. La protagonista, ya divorciada, se ha ligado al padre del yogurín, ahora en un internado. Es la única manera de sacarle de allí y mantener el romance prohibido. Ya, claro. Así pueden meterse mano bajo el mismo techo, en cada rincón. La asistenta sospecha. Esto sí que es saltar el tiburón .

A favor de Alexandra Jiménez a pesar de los diálogos. Que se vuelva loca como la protagonista de 'Doctora Foster', que también intenta suicidarse en el mar. Todas las series de Telecinco son iguales: azules. 'Escándalo' tiene la misma fotografía que 'Entrevías' (dos temporadas más tendrá), pero aquella no necesitó subtítulo. Si lo hubiera tenido, habría sido 'La serie de Coronado'.

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