Tres series recientes y muy cortas para mitigar la cuesta de enero: un drama y dos comedias

Un 'thriller' psicológico con Steve Carell en Disney+, una 'sitcom' sobre machirulos de los creadores de 'La que se avecina' en Netflix y otra canadiense en Movistar Plus+

Fele Martínez, Gorka Otxoa, Raúl Tejón y Fernando Aguilar son los protagonistas de 'Machos Alfa' Manuel Fiestas
Óscar Rus

Óscar Rus

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Año nuevo, series nuevas . O no. En ficción siempre hay cuentas pendientes. Antes de la avalancha de estrenos de 2023, he aquí una recomendación de tres series que se estrenaron a finales de 2022; una, al filo de Nochevieja.

El paciente, en Disney+: No disparen al psicólogo

Steve Carell es un psicólogo judío en 'El paciente' Disney+

A 'El paciente ', miniserie de diez episodios producida por el canal FX e importada por Disney+ a principios de diciembre, uno puede llegar por error. O por azar. El capricho del algoritmo. Pero hay tres nombres por los que uno podría seguir la pista a una estimable ficción que ha pasado desapercibida por crítica y público. El primero y más obvio es Steve Carell , el jefecillo, la estrella de 'The Office'. El 'remake' americano. O sea, se metió en los zapatos de Ricky Gervais. A los cómicos les encanta el drama y Carell, desde el final de la 'sitcom' estadounidense, hace uno detrás de otro. Como si la comedia no diera prestigio.

Lo penúltimo fue 'The morning show' (Apple), donde interpretó a un presentador de televisión acusado de sobón ('spoiler': lo era). Steve Carell es el sufrido e insufrible protagonista de 'El paciente' , pero el titular se lo lleva Domhnall Gleeson , un hijo de, un 'nepo baby', que con esos genes casi siempre hace de rarito. 'El paciente' es el reverso cruel de 'En terapia' (HBO): qué pasaría si un psicólogo (Carell) es secuestrado por su paciente (Gleeson); uno que no hace los deberes y acaba llevándose el trabajo a casa. Al sótano. Ese es el órdago de Joel Fields y Joseph Weisberg, creadores de 'The Americans', también en Disney+, excelente serie de espías ambientada en los años ochenta.

Como en aquella, al dúo de guionistas se le da bien la tensión. Y cortarla con un cuchillo, mejor. Aquí también hay drama familiar, incluso religioso, por ambas partes: matar al padre. A Dios. Y un secreto que pronto se revela. 'El paciente' es como si Dexter fuera a terapia. Tony Soprano ya lo hizo. Escenario aparte, lo insólito de este 'thriller' psicológico (nunca mejor escrito) es cuánto dura cada capítulo: poco menos de media hora. Un drama con duración de comedia, pues no hay manera de mantener la tensión durante tanto tiempo. Sin embargo, para ser una serie donde la fe (el judaísmo) es muy importante, puede que el espectador no se crea lo que está viendo. Roza lo inverosímil una y otra vez.

'El paciente' no es una miniserie redonda, lastrada por una segunda parte repetitiva, pero tiene un final brutal –entiéndase por violento–, rotundo, debatible. Y encima sale Linda Emond, la periodista desencantada de 'Lodge 49' .

Machos Alfa, en Netflix: #NoTodosLosHombres

Fernando Gil, Fele Martínez, Raúl Tejón y Gorka Otxoa, en 'Machos Alfa' Manuel Fiestas

A lo 'nuevo' de los hermanos Caballero, Laura y Alberto ( 'La que se avecina' ), se le podría afear ser una fruslería, que lo es y con orgullo (hetero), pero a estas alturas del año es mejor llevarse una alegría para el cuerpo. Para drama, 'El paciente', porque 'Machos Alfa' es una comedia de Netflix con espíritu de comedia (está la triste , la que hace llorar al público, pero no de risa) y con duración de comedia: 35 minutos. Diez episodios. No es una inocentada, ni una broma de mal gusto. En España seguimos siendo más chulos que un ocho porque la 'sitcom', la de toda la vida, la estadounidense, es de veinte minutos. La española dura ochenta. Una comedia con duración de drama.

Los Caballero, junto a Daniel Deorador ('Aquí no hay quien viva') y Araceli Álvarez de Sotomayor ('El pueblo'), han creado un producto que rehace, reformula, refina lo que llevan años, décadas, haciendo. Ellos y otros. No hay problema (bueno, sí, de eso trata la ficción): cada guionista tiene una fijación. Porque 'Machos Alfa' es 'Escenas de matrimonio' con vistas a la Gran Vía de Madrid. Es 'Cuestión de sexo'. Es una serie sobre parejas, cada cual en su estado de la nación , aunque los supuestos titulares sean cuatro señores, cuatro urbanitas cuarentones, cuyo propósito de año nuevo es ser un hombre nuevo. Deconstruido. Y tener un amigo gay, como si eso diera puntos. Santi Millán, a lo Tom Cruise en 'Magnolia', interpreta al gurú de la nueva masculinidad. Nuevas masculinidades, perdón. Masculinidades disidentes.

Dos de ellos están por la labor. Uno (Gorka Otxoa) está separado y vive con su hija adolescente, que le abre Tinder para que se desfogue, para que olvide a su madre. El otro (Fele Martínez) está casado y con hijos –pequeños pero matones– hasta que la parienta (Raquel Guerrero, jefa) diga lo contrario. Y lo hace. Nathalie Seseña, muy hierbas aquí, interpreta a su terapeuta. Los otros dos protagonistas, los más cuñados, se cierran en banda. Sus novias los tienen en palmitas y a raya. A uno (Fernando Gil) le acaban de despedir. Al otro (Raúl Tejón haciendo de Amador Rivas), que si relación abierta. Moderneces, las justas.

Pero 'Machos Alfa' no se casa con nadie. 'Ni machismo ni feminismo'. Tampoco es ambigua. Se ríe, sobre todo, de las modernidades, de las hipocresías, de las contradicciones. Es entretenida y más amable de lo esperable, aunque a veces sonroje. Los personajes evolucionan menos de lo esperado (ese es el 'quid' de la comedia), pero sorprende la resolución de varias tramas.

'Más o menos (Sort Of)', en Movistar Plus+: Menos es más

Aden Bedard y Bilal Baig, en 'Más o menos (Sort of)' CBC

Veinte minutos de reloj dura 'Más o menos (Sort Of)' , comedia creada y protagonizada por Bilal Baig para la televisión pública canadiense; de allí salió la simpática 'Schitt's Creek' , sobre una familia de ricachones en bancarrota. 'Más o menos (Sort of)' , en Movistar Plus+ , es lo contrario a 'Machos Alfa' : uno espera algo ligero, intrascendente, y le pilla desprevenido el leve drama que des-montan de una tragedia. Vamos, lo opuesto a hacer una montaña de un grano de arena. Un accidente de tráfico trastoca a su personaje principal, Sabi, una persona no binaria (no se me asusten) de padres paquistaníes y musulmanes. Género y religión. Tiene una hermana, guapísima, que está harta de nunca ser el centro de atención. Y un padre, en el extranjero, tan desubicado como los de 'Machos Alfa'. La familia.

El menor de los problemas de la protagonista es su identidad, juventud aparte, porque tiene que pagar el alquiler en una gran ciudad. Toronto. La precariedad. De casa al bar, donde pone copas, y del bar a casa, donde pone orden. No la suya porque cuida a los hijos de un matrimonio interracial, mal avenido (él, otro macho alfa; ella, bisexual). La madre de Sabi no lo entiende, lo de ser canguro, pero lo intenta. Ella sí que es una mujer desesperada. Y maravillosa. Tanto como la madre palestina de 'Ramy' ( otra comedia corta y buena), una ama de casa con los hijos ya criados y con licencia de VTC. 'Más o menos (Sort Of) ' no tiene el mejor arranque, pero va mejorando y remata bien. Se da un aire a la serie australiana 'Please Like Me ' (por la amistad, el amor) y a las películas 'Una mujer fantástica' y 'Mi vacío y yo'. Sabi duda, pero no se cuestiona, ni se castiga; son otros personajes quienes recriminan su apariencia. Sabi quiere alguien que le entienda. Así de sencillo y así de complicado.

'Más o menos (Sort of)' tiene dos temporadas de ocho episodios cada una. Habrá tercera.

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