Alberto Caballero, cocreador de 'La que se avecina': «La chusma que hace la tele conecta con las masas»

Óscar Rus

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19/11/2022
Actualizado a las 01:45h.

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Puede que en la realidad alternativa de 'La que se avecina' , muy parecida a la nuestra, también haya habido una pandemia ( Agustín estrena nueva personalidad: el loco del Covid), pero hay personajes que no cambian. Bicho malo nunca muere. El Recio, excarcelado y desempleado, sigue siendo un racista. Él no va a limpiar ningún váter. Él quiere recuperar su imperio de mariscos. Él no es un hombre blandengue. Y su mujer, Berta, muy devota ella, sigue poniéndole los cuernos con el vecino, Fermín, otro que tal baila (¡por España!).

Enrique Pastor ( José Luis Gil , tras un ictus, pone voz a la cabecera) está en Brasil porque va a ser abuelo. Amador sigue siendo un ligón, encadenando trabajos basura y llamando putón a su exmujer, Maite, que esconde su edad a su nuevo y más joven novio. Los niños están en un internado. Porque la corrección política aún no ha llegado a 'La que se avecina' , cuya temporada 13 llegó este viernes 18 a Prime Video . Tres episodios. Uno nuevo cada viernes. Telecinco emitirá sólo el primero este lunes 21 (22.50). ¿Qué otra serie pondría a Miren Ibarguren , la Yoli, una monumental papada y un traje de obesa? ¡Pues ninguna!

Pero 'La que se avecina' sí ha cambiado. Por fuera y por dentro, pues hasta un interior, como la calle, da al exterior. La iluminación es natural. Los vecinos de Montepinar, donde Cristo perdió la sandalia, viven ahora en pleno Madrid, en Contubernio 49. Calle y número tienen su miga: es el nombre de la productora y la edad del cocreador, Alberto Caballero . «Yo tenía 28 años cuando escribí 'Aquí no hay quien viva'. Contaba problemas de gente que se acercaba a la treintena. Por eso hay personajes que se han convertido en icónicos como Belén», comenta él durante la visita de ABC al nuevo plató.

La fachada del edificio, señorial, y su ubicación, céntrica, recuerdan inevitablemente a Desengaño 21 . Hay guiños de una serie a otra, como cuando proponen a Fermín (Fernando Tejero) ser portero o cuando Menchu ( Loles León ) parafrasea a Paloma Cuesta, que en paz descanse. «Siempre hay un momento de la temporada o una línea de guion en la que apetece vacilar. No es un homenaje», reconoce Caballero. El guionista cree que hubiera sido repetitivo quedarse en una urbanización residencial. «Han pasado 15 años desde que, como autores, nos fuimos del centro. Hay muchas historias que en la periferia no puedes contar. El centro ha cambiado mucho. La gentrificación. Desde el 2006 hasta el 2022 han pasado muchas cosas, socialmente, pero también la estructura de los barrios, el tipo de local…», explica.

Lo que no ha cambiado ha sido la excesiva duración de cada episodio. El primero de esta temporada roza los noventa minutos. El segundo, ochenta. No hay quien los baje de ese burro. Ni siquiera Amazon. O Netflix, donde a veces emerge 'Aquí no hay quien viva' y para la que han rodado otra comedia, 'Machos alfa'. «Al principio era cortísimo todo. Media hora. ¿Una cosa de setenta minutos? ¡Imposible! Ahora no hay problema. Editamos la primera temporada de 'El pueblo' para cincuenta minutos. Nunca se ha editado 'La que se avecina' porque es ineditable. Y al final está de lo más visto», comenta Alberto Caballero.

El guionista celebra que, entre tantas series hechas por cineastas para plataformas, triunfe la suya: «Y luego estamos la chusma que hace la tele. La chusma que hacía la tele para las masas conecta con las masas. Las plataformas necesitan lógicamente conectar. Yo no hago una serie para que la gente no la vea. Es idiota contentar a cuatro críticos». Caballero pone como ejemplo el éxito de 'Entrevías', primero en Telecinco y después en Netflix : «Cambia la duración, pero es que ahora las plataformas te piden más minutos. Es ya el mundo al revés. ¿Media hora? Si son 35 minutos, mejor».

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