'La que se avecina' se muda al centro, pero se resiste a la corrección política
Tras finalizar el rodaje de la temporada 13, ABC visita el nuevo plató de la serie, que regresa a Amazon en noviembre
Hay dos instantáneas en el nuevo plató de 'La que se avecina' , en Ciudad de la Imagen (Pozuelo de Alarcón), al 'laíto' de Telemadrid , que definen a una serie que no necesita introducción. Ni promoción. Una es de antaño, colgada en un pasillo repleto de fotografías. Menudo paseo de la fama. Es Mariví Bilbao. Con un cigarrillo, faltaría más. Ella tampoco necesita presentación. La otra está a punto de hacerse, a las puertas del nuevo edificio, con parte del elenco de la temporada 13. Carlos Areces y Loles León no callan ni posando. Él se arranca con una canción de ella, que le sigue. Imagínense las risas.
—Qué ganas tengo...
—Yo también.
—De comerme...
—No lo hacemos por dinero, que se entere el mundo entero...
El rodaje de los nuevos ocho episodios terminó en septiembre. Amazon estrena los tres primeros el 18 de noviembre; después, uno cada viernes. Telecinco emitirá, de momento , el primero. Los protagonistas se han mudado de la periferia al centro de la capital. Casa nueva, vida nueva. Pero hay cosas que no han cambiado desde los tiempos de 'Aquí no hay quien viva' (Antena 3), entre lo más visto de Netflix casi veinte años después. A Luis Merlo , lo que más le sorprende es el relevo generacional de espectadores. Siempre hay un chaval descubriendo ambas ficciones. «Una serie se hace en una época y la ve la gente de esa época», comenta el actor.
Pero, esperen, ¿qué España refleja 'La que se avecina' ? Jordi Sánchez , muy recio él, tiene la respuesta: «¡Pues la actual! Lo que hace que la gente se enganche es el costumbrismo punk». Puede que los personajes estén subiditos, pero existen. Son nuestros padres, nuestros tíos, nuestros vecinos. Nosotros. «Estos señores tan intolerantes que no respetan nada ni a nadie que no piense como ellos. Los Recio eran los vecinos pesados y este acabó con la pistola por el rellano». Sánchez no cree que haya diferencia con su antecesora. Merlo sí: « 'Aquí no hay quien viva' era avanzada para su tiempo. Afortunadamente, 'La que se avecina' es políticamente incorrecta». Quien fuera Mauri, otro que no necesita presentación, cree que esta 'secuela' no podría empezar de cero en 2022.
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La que se avecina
«Hay un montón de cosas que, bajo la perspectiva actual, no se podrían hacer, pero que se mantienen porque tienen un legado, que lo convierte casi en icono», añade Areces. A una de las incorporaciones, Félix Gómez, le costó por los diálogos, las situaciones, los chistes. Continúa Areces: «Al final, por no meterte en jardines, estamos condenados a que haya determinados temas que en comedia no se pueden tratar como el maltrato y el aborto. Hay infinidad de temas que solo se permiten en un código. En Hollywood ya se hacía humor de los nazis en los años 40. Luego, además, se eliminan personajes que tienen características negativas y lo único que hacen es dar color a una ficción, pero eso no significa que ninguno de los responsables esté apoyando». Pone de ejemplo a Amador, el «vividor follador».
Según Pablo Chiapella , su intérprete, se ha pasado de una época tolerante con un personaje que va de «machito» a otra en la que no puede sobrepasarse con las mujeres. «Pero, ¡coño!, es una parodia. Precisamente se cuenta lo que no se debe ser. Desde la comedia. Hay chiquillos que a veces me dicen: 'Buah, de mayor quiero ser como tú'. Y digo: 'No has entendido nada, tío'». Lo cierto es que hay padres que no quieren ni oír de 'La que se avecina' . A Petra Martínez , sin embargo, una amiga le contó que la ventaja es que hay cosas que no entienden los niños. Como 'Los Simpson'. «En 'La que se avecina' y 'Aquí no hay quien viva ' se bromea sobre todo. Las cosas más gruesas que pueden estar pasando en el país aquí aparecen y se dicen con una gracia, un salero ¡y un talento! que a la gente no le molesta», sentencia Loles León.
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