Steve Carell, de 'The office' a terapeuta en 'El paciente': «Todos somos vasos rotos»

En la nueva serie limitada que Disney+ estrena mañana, ‘El paciente’, Sam Fortner (Domhnall Gleeson) secuestra y encarcela a su terapeuta, el doctor Alan Strauss (Steve Carell) , con la esperanza de que pueda curarlo de sus pulsiones homicidas. La historia puede ser, y ha sido, descrita de muchas maneras: un thriller psicológico, una comedia negra, una ficción al hilo de la moda actual de series sobre terapia con el siempre popular giro de un asesino en serie... «¿Sabes? Estar encadenado en el rodaje fue un desafío, pero me hizo recordar cuando nos encerraron durante la pandemia», cuenta a ABC Steve Carell en un encuentro con otros medios de Los Ángeles. «Me gustó estar encadenado cuando no estaba frente a la cámara porque todo eso se sumó a la sensación de claustrofobia que me acompañó durante el rodaje y dio a la serie una cualidad siniestra», desgrana, enraizando su personaje al presente de la pospandemia.

Los creadores de la serie, Joe Weisberg y Joel Fields, los mismos que firmaron ‘The Americans ’, consideran ‘El Paciente’ como una respuesta a la ansiedad colectiva que padecemos, y Carell admite que el trauma de la pandemia está presente en la narración. «Pensé en muchas cosas inquietantes durante la filmación. Ideas que recuerdan el trauma por el que todos hemos pasado. ‘El Paciente’ no es un intento inteligente de convertir la relación entre un asesino y su psicólogo en un comentario sobre la pandemia, pero evoca lo que hemos vivido».

Aunque no literalmente encadenados al suelo, muchos de nosotros nos despertamos una mañana en un mundo reducido a los perímetros de nuestras viviendas, dependientes, como Strauss, de las entregas de alimentos y otras necesidades. Strauss no sólo retrocede a los recuerdos de su familia, que incluyen el conflicto sobre el paso de su hijo del reformismo al judaísmo ortodoxo, también se imagina a sí mismo en Auschwitz conversando con su propio terapeuta muerto (David Alan Grier). «El personaje no era originalmente judío, pero, al desarrollar el guion, le agregamos especificidad y profundidad. Se nos ocurrió la idea de que fuera judio y nos dimos cuenta de que nos permitía aprovechar vivencias de nuestras propias vidas y nuestro pasado. Elegimos a Steve, que no es judío, porque nosotros, como escritores de televisión, entendemos qu e los actores son capaces de representar personajes aunque en su vida diaria no se parezcan a ellos », admitió Fields.

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Steve Carell

Para el protagonista fue una auténtica lección de humildad interpretar el personaje. «Me gustaría engañarme a mí mismo pensando que sería un buen terapeuta. Creo que mucha gente piensa que lo sería, pero no lo sé. Disfruto escuchando a la gente y creo que ese es probablemente el aspecto más importante de su trabajo. Veo a un terapeuta como alguien que te ayuda a conectar los puntos y te pregunta cosas que pueden llevarte a encontrar tus propias conclusiones. No creo que los terapeutas sean susurradores de personas», explica Carell que ejerce en la serie como productor ejecutivo. «Antes de grabar, hablamos largo y tendido sobre cuánto de sus soliloquios eran terapia y cuánto una manipulación para salvarse a si mismo. Dentro de su situación aparece el miedo, la empatía, la vocación, el instinto…Joe y Joel fueron tan explícitos en la forma en que navegaron la historia que era fácil seguir su mapa de ruta», reveló el actor. Strauss se pregunta si Sam no está buscando una razón para sentirse ofendido, y le recuerda que la ofensa a menudo puede ser involuntaria o malinterpretada, «todos somos vasos rotos» que merecen consideración como seres humanos.

La cultura de la queja ciertamente existía antes de la pandemia, pero ahora todos estamos en algún nivel con el efecto secundario de la ansiedad en busca de una fuente que nos cure. El hilo más brillante de ‘El Paciente’ es la visión del médico curándose a sí mismo. Así como la pandemia reveló muchas verdades duras sobre nuestra actitud hacia la salud mental. « El tiempo de Strauss en su encierro lo obliga a reevaluar su historia . La serie es inmersiva y un compromiso con una realidad que todos hemos compartido, concluyó Carell.