La Academia aparta a Almodóvar y confía los Oscar a 'El buen patrón' de León de Aranoa
Se repite la historia de 2003, cuando la industria eligió 'Los lunes al sol' y no 'Hable con ella', la película del manchego que terminó ganando un Oscar a mejor guión original
Todo apuntaba a Pedro Almodóvar , pero los académicos le volvieron a dar la espalda al director más mimado por la industria patria. Ni haber inaugurado la Mostra de Venecia ni ganar la Copa Volpi le ha valido al manchego para que su ‘Madres paralelas ’ represente a España en los Oscar, título al que aspiraba junto a ‘Mediterráneo’ y ‘El buen patrón’. En su lugar, los académicos volvieron a elegir a Fernando León de Aranoa , que protagoniza una historia que recuerda demasiado a la de 2003, cuando fue ‘Los lunes al sol’ la candidata nacional y no ‘Hable con ella’, que finalmente obtuvo, por su cuenta, dos nominaciones y una estatuilla al mejor guion.
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Pensando, quizás, que Almodóvar y Penélope Cruz, la protagonista de su cinta, se venden solos al otro lado del charco y tienen posibilidades de competir en otra categoría más allá de mejor película internacional, la Academia prefirió impulsar a ‘El buen patrón’ de Javier Bardem , un filme que se estrenó en el Festival de San Sebastián con un cálida acogida pero que, de momento, todavía no ha ganado nada. «Tengo sensación de déjà vu», reconoció León de Aranoa, «orgulloso» por la confianza pero con la calma que siempre arrastra junto a su melena rebelde y cana. «Se repite la historia, pero esperemos que nos vaya un poco mejor» , admitió, por su parte, el productor Jaume Roures, que garantizó «un esfuerzo de promoción más allá del natural». «Ahora hay que picar mucha piedra», afirmó.
Elección sorpresa
Evitaron mencionar a Almodóvar y su ausencia sorpresa. Pero su vacante añade emoción a una carrera que, de otro modo, parecía dictada para sentencia. Se abre ahora un abanico de posibilidades que, con fortuna y paciencia, puede desembocar en una carambola digna de gesta el próximo 27 de marzo de 2022. Para lograrlo todavía quedan muchas fases, y sobre todo un esfuerzo mayúsculo para vender en Estados Unidos un título muy castizo, pero que podría entender cualquiera.
«La película, cómo lo cuenta y lo que cuenta, viaja muy bien», explicó León de Aranoa, para quien el mejor embajador de la historia de la cinta es ese «humor construido con los materiales del drama que hace que se entienda allí donde se muestre. Todo lo que cuenta la película se va a entender muy bien fuera», insistió el director madrileño, que ha impregnado la cinta de esa aspereza, dureza y al mismo tiempo ternura y capacidad de comprensión que empleaban Rafael Azcona y Luis García Berlanga con sus personajes. « El humor, cuando es cultural, viaja muy mal porque las culturas cambian, pero este humor está más enraizado con el drama y los personajes, y el dolor es universal, todos lloramos por las mismas cosas pero nos reímos por cosas diferentes», reflexionó el cineasta.
Más allá del talento de León de Aranoa, la gran baza es, precisamente, ‘El buen patrón’ del título, Javier Bardem , nominado en tres ocasiones y ganador de un Oscar por ‘No es país para viejos’. El actor, el más internacional de España junto a su esposa, Penélope Cruz, que competía en la terna de preseleccionadas por la Academia, repite colaboración con el cineasta que le regaló el papel de Santa en ‘Los lunes al sol’ y que ahora sueña con revertir el olvido de 2003 y conseguir una candidatura para él. «Creo que el trabajo que hace Bardem sabrán verlo y reconocerlo allí. Ojalá no solo consigamos una nominación a mejor película internacional sino más», aseguró el director de ‘Loving Pablo’.
«Javier y Fernando tienen una proyección internacional que hay que rentabilizar», recordó Roures, que justificó la elección del intérprete no por su reputación al otro lado del charco, sino porque «solo él podía darle al personaje los matices que enriquecen la película». Quizás, al contrario que en 2003, el año que viene Javier Bardem consiga regalarle a León de Aranoa la nominación que se le resistió entonces y, a cambio, logre una propia que ya se demora demasiado, once años.
