El general Dichas en el que ha sido su despacho desde que abandonó el antiguo cuartel en Cádiz. / F. J.
ANTONIO DICHAS GENERAL DE BRIGADA DE LA GUARDIA CIVIL

«Si tengo enemigos, no los he buscado yo y hasta ahora no han dado la cara»

El que fuera jefe de la Comandancia de Cádiz deja a su sucesor varios frentes abiertos como la lucha contra los efectos delictivos de la especulación sobre el terreno

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Dice adiós a un destino que le ha brindado dos ascensos hasta llegar a general de brigada. Ahora, desde la cúspide de su carrera, Antonio Dichas repasa sus seis años como jefe de la Comandancia de Cádiz. Su paso por la jefatura de la Guardia Civil en la provincia -a excepción del Campo de Gibraltar- ha dejado la huella que obliga a su sustituto a ser coronel (después de cambiar el catálogo de puestos). El próximo 11 de julio está previsto el acto de imposición del fajín de general, que le llevará fuera de Cádiz.

-¿Qué balance haría de los seis años vividos en la Comandancia de Cádiz?

-Cuando se habla de un balance es preciso dar cifras. En estos años la Guardia Civil ha detenido, por distintos delitos, a 18.709 personas. En una zona donde el principal problema delictivo es el tráfico de drogas se ha conseguido interceptar 215.061,66 kilos de hachís, 88,854 de cocaína, 5,497 de heroína y 6.437 pastillas de éxtasis con 1.474 arrestados por estas actividades. En este periodo se han desarticulado 21 redes de narcotráfico con 247 detenidos. Un dato importante es la instrucción de 27.402 denuncias por menudeo y consumo. Además, la eficacia de un cuerpo policial viene reflejado por el porcentaje de delitos esclarecidos. En esta Comandancia es de un 43,46% cuando la media nacional, en demarcación de la Guardia Civil, es de un 35,46 %.

Nuestra faceta más social se ha visto reflejada en la atención a 38. 042 personas en 28.569 auxilios, rescates, etc...Creo que estas cifras hablan por si solas y expresan el satisfactorio trabajo realizado.

-¿Qué proyectos hechos destacaría?

-En cuanto a infraestructuras destacaría la sede de la Comandancia, el nuevo cuartel de Villamartín y las obras para modernizar las dependencias oficiales de todos los acuartelamientos, con una inversión de 3.354.859,63 euros.

Por lo que se refiere a medios materiales, además de la renovación de 203 vehículos de la flota, los proyectos estrella han sido el Sive, que es una importantísima herramienta operativa para el control de nuestras costas; y el proyecto SIRDEE, un novedoso sistema de comunicaciones, secrafonizado (distorsión de frecuencia para impedir la intervención del contenido de las comunicaciones) y dotado de amplias posibilidades de transmisión inalámbrica de datos.

Es importante destacar la constitución a pleno rendimiento de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia, los puestos principales en Chipiona y Conil y el aumento de plantilla en 193 personas, entre activo y reserva.

-¿Qué ideas se quedaron en el tintero?

-Me gustaría haberme marchado habiendo visto iniciadas una serie de obras, en las que por fin se ve el final del túnel. Me refiero a la construcción de los nuevos cuarteles de Chipiona, Benalup y Olvera, de los pabellones del acuartelamiento de Arcos y la remodelación del de Conil. A la alcaldesa de Cádiz, el subdelegado y el delegado del Gobierno les reconozco su fundamental aportación.

- Por su vocación por el Cuerpo, es muy respetuoso con la decisión que tome la Dirección General acerca de su próximo destino, pero todos tenemos predilecciones.

-Las alternativas que se barajan son, como retos profesionales, tan ilusionantes que sería enormemente feliz en cualquiera de ellas.

-En la Comandancia, ¿deja compañeros, amigos o enemigos?

-Creo que dejo compañeros y algunos amigos. Si hay enemigos, desde luego no los he buscado yo y, hasta ahora, no han dado la cara.

-¿Es consciente de que alguien se alegra de su marcha? Y en ese caso, ¿cómo le sientan las críticas?

-Supongo que alguno se alegrará de mi marcha. Espero que se trate sólo de aquellos que, a mi juicio, no realizaban adecuadamente su trabajo. Creo que admito la crítica hacia mi persona, reconozco sin problemas mis errores, pero si hay algo que no puedo soportar es la crítica malévola, destructiva y sobre todo si es falsa.

-Son constantes las manifestaciones a favor de cambios en la Benemérita, ¿cuáles cree que son los aspectos mejorables?

-Creo que la Guardia Civil, como cualquier otra institución, tiene aspectos sin duda mejorables. Y los tiene porque trata de adaptarse constantemente a las circunstancias tan cambiantes de la sociedad. Pero en algunos casos el coste económico, el tiempo que requieren esas adaptaciones y las dificultades legales de implantación hacen que no sea posible realizarlo cuándo y cómo algunos pretenden. Los aspectos mejorables más importantes son suficientemente conocidos, están estudiados y se está trabajando duro para solucionarlos.

-¿Aboga por mantener el carácter militar de la institución?

-Por supuesto que sí. La gran diseminación de nuestras unidades y la pequeña entidad que algunas tienen requieren una fuerte disciplina para su funcionamiento coordinado y constante. Esa disciplina solo la puede proporcionar su naturaleza militar. Por otra parte, de perder dicho carácter no tendría ningún sentido la existencia de dos instituciones policiales civiles y nacionales. Además, la sociedad española constantemente coloca a la Guardia Civil como una de las instituciones más valoradas, precisamente por ser como somos.

-De todos los destinos, ¿de cuál guarda un especial cariño y por qué?

-En todos mis destinos he sido feliz, he trabajado honradamente y he recogido el respeto, aprecio y cariño, en general, de mis superiores, subordinados e instituciones con las que me he relacionado. Supongo que por mi carácter sociable me he integrado sin ningún problema en la sociedad de cada uno de ellos.

No obstante, si me obliga a decantarme por alguno de ellos elijo Cádiz porque, independientemente de la calidad de su clima y el carácter acogedor de los gaditanos, el mando de una Comandancia es muy gratificante y llena por completo sus aspiraciones.

-Un guardia civil, a lo largo de su carrera pasa por un sinfín de vicisitudes, pero en estos seis años ¿cuál ha sido el momento más difícil?

-No recuerdo ningún momento especial para calificarlo como el más difícil. Por supuesto han existido algunos muy complicados. Por ejemplo, el abordaje del barco Rainbow Warrior, de Greenpeace, en donde hubo momentos en los que existió riesgo para las personas por la actitud hostil de la tripulación. Hubo que combinar eficacia, diplomacia y otras cosas más. Fue un trabajo de coordinación de muchas personas e instituciones, entre las que destaco a la Armada.

-Para cuando está previsto que se incorpore su sucesor.

-Cumpliéndose los plazos razonables de publicación de vacante, petición, resolución e incorporación supongo que para finales de septiembre o principios de octubre.

-¿Qué asignaturas pendientes le va a dejar a su sustituto?

-Algunas ya han sido citadas como la finalización de las infraestructuras de acuartelamientos. En relación con la seguridad ciudadana, las nuevas condiciones de actuación que sin duda se derivarán del boom urbanístico que se viene produciendo en Cádiz en los últimos años.

-¿En qué delitos dentro de la provincia es necesario que la Guardia Civil esté más encima?

-Por la sensación de inseguridad que generan, habría que insistir en delitos contra el patrimonio, la salud pública y la violencia de género.