Los vecinos de Lubet, 3 serán realojados en pisos y el propietario empezará las obras a partir de hoy

La jornada empezó pronto para los vecinos de Lubet. De nuevo, antes de las nueve de la mañana, se pusieron en camino hacia el Ayuntamiento para tratar de entrevistarse con la alcaldesa, Teófila Martínez. Ésta accedió a reunirse con ellos y se comprometió a que el concejal de Urbanismo, José Loaiza les recibiera y tratara de mediar entre las partes: entre el propietario y el dueño de la constructora San Miguel, que lleva a cabo las obras en el solar colindante.

Pero la jornada sólo se interrumpió a la hora de la comida. Por la tarde, las siete familias -en su mayoría señoras mayores- acudieron a la calle Torre para entrevistarse con el administrador, Gonzalo Pastor, en una reunión en la que hubo algunos momentos de tensión, según narraron los vecinos.

A continuación los vecinos acudieron de nuevo al Consistorio para reunirse con el administrador y el promotor de las obras colindantes, Miguel Reiné, en presencia de Loaiza. Tras dos horas de conversación, llegaron a un acuerdo para comenzar a buscar pisos para todas las familias. De momento, según explicó la abogada de los vecinos, Carmen Tejonero, «hay dos viviendas», que se irán adjudicando en función de las necesidades más urgentes.

Será la delegación de Asuntos Sociales la que se encargue de gestionar la adjudicación de estas viviendas, en cuya búsqueda podrán intervenir los vecinos.

Pero al margen de dar solución a los vecinos, que según Loaiza «era lo más urgente», el Ayuntamiento ha requerido una inspección de seguridad de urgencia al propietario de la finca. Éste se ha comprometido, a través del administrador, a comenzar las obras para reparar los desperfectos que le señala el Ayuntamiento desde hoy mismo, a partir de las diez de la mañana. Así, tendrá que arreglar el alcantarillado, parte de los corredores, las vigas que están en mal estado, etcétera. Mientras, el promotor también tendrá que hacerse cargo de otras reparaciones, fruto de las que ya hizo en la finca, como la pintura de algunas paredes, reponer algunos azulejos caídos o impermeabilizar la zona del lavadero.

En este sentido, Loaiza insistió en que los vecinos no volverán al edificio «hasta que no se garantice su seguridad».

Por su parte, Gonzalo Pastor admitió en la reunión previa con los vecinos que el propietario no había hecho obras en el inmueble de Lubet durante medio siglo y señaló que había optado por no paralizar las obras en los tribunales «por no perjudicar a los vecinos».

Los vecinos se marcharon a casa de sus familiares -excepto una, que anoche volvió a pernoctar en la pensión Cádiz- satisfechos y el edil de Urbanismo alabó tanto su comportamiento, como el de las asociaciones que le respaldaban: Miguel Iglesias, vicepresidente de la asociación Gadita, y Carmela García, presidenta de la asociación Mujeres de Acero.