Una mujer ejerce su derecho al voto en un colegio electoral de Roma. / EFE
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La reforma de la Constitución obligó a Italia a acudir a las urnas por tercera vez en seis meses

Los electores tienen hasta hoy para votar; en la jornada dominical lo hizo sólo el 22%

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Los italianos acudieron ayer a las urnas por tercera vez en lo que va de año. En esta ocasión, para votar en el referéndum que decidirá sobre una amplia reforma de corte federalista de su Constitución. Más de 47 millones de personas estaban llamadas a pronunciarse sobre esta reforma, defendida por el bloque conservador de Silvio Berlusconi y a la que se opone el actual Gobierno de Romano Prodi.

Lo que se vota es el mayor cambio constitucional desde la entrada en vigor de la Carta Magna de 1948, pero, aún así, la campaña para el plebiscito ha pasado relativamente desapercibida entre los ciudadanos, que prácticamente viven en campaña política desde las elecciones generales del 9 y 10 abril. Tras aquellas legislativas -ganadas por el bloque de Prodi- los italianos volvieron a acudir a a las urnas en las elecciones municipales del 28 y 29 de mayo, que en algunos lugares tuvieron una segunda vuelta el 11 y 12 de junio. A ese desgaste electoral, además, se suma el Mundial de fútbol, que acapara buena parte de la atención de los medios italianos y ha dejado la política en segundo plano.

60.000 colegios

Los cerca de 60.000 colegios electorales repartidos por toda Italia abrieron ayer sus puertas, mientras que también se podrá votar hoy hasta las 15.00 horas. A las 19.00 horas de ayer, un 22% de los electores había acudido a las urnas. Se trata de una participación relativamente alta en relación al anterior referéndum, celebrado en 2001, sobre una reforma administrativa, cuando a mitad de la jornada sólo había acudido a emitir su voto el 7,8% del censo.

El recuento comenzará inmediatamente después del cierre de las urnas. El resultado del referéndum se dará por válido sea cual sea el nivel de participación, y vencerá la opción que obtenga una mayoría simple.

Si la reforma de la Constitución se aprueba, entrará en vigor de forma inmediata el traspaso de poderes a las regiones, que podrán legislar de forma autónoma en materia de sanidad, educación y Policía Local. También se reducirá la edad mínima requerida para ser presidente de la República, que pasará de 50 a 40 años.