Chequia hace añicos a EE UU Una lesión puede dejar fuera del Mundial a Koller

En la previa del partido Bruce Arena, técnico norteamericano, decía que Koller les quitaba el sueño, que era una pesadilla. Sí, pesadilla en Elm Street, que viendo a Koller cuadraba y todo. Pero la pesadilla en sí no era un sueño, sino una flagrante realidad que se hizo cuerpo en el minuto cinco. Le entró Gryjera por el lado derecho como una flecha, centró y los 'pipiolos' centrales de EE UU se fueron por delante de Freddy Kruger, digo de Koller, que uno ya pierde los papeles, y por allí les llegó el 2,02 checo para meter un cabezazo mortal de necesidad.

No se habían asentado aún los equipos y la República Checa estaba donde quería. Asentada, madura, posicionada, con el marcador a favor y enfrente de unos novatos que se pensaban, pobres ilusos, que si la televisión les daba un 52% de porcentaje en el manejo del balón es que tenían muchas posibilidades de remontar el partido. Su problema, como luego se vio, es que no controlan los verdaderos resortes del juego. Tocaban en horizontal y lo hacían aquí y allá, pero sin buscar huecos, sin trazar diagonales... Todo lo que hacían era previsible, una minucia para los checos.

Porque esa es otra. La República Checa llega al torneo con todo lo bueno que tiene, con la madurez de jugadores como Nedved, Koller y Rosicky, con experiencia, con colocación y con la certeza de que su juego preciosista y brillante da dividendos, de que está en el camino correcto. Así que se pusieron a ello y trazaron una pequeña obra maestra en la que Estados Unidos parecía que estaba pero no estaba.

Eran tan 'pringaillos' los norteamericanos que abrían el juego a las bandas y, sin profundizar hasta el fondo, lanzaban bombardeos aéreos contra los checos. Una estupidez: Cech mide 1,97 y sus centrales 1,91 y 1,85, con dos laterales de 1,85 el derecho y 1,83 el izquierdo. ¿Dónde iban con ese juego aéreo? A que les sacasen el balón y les pillasen a la contra con la Rosicky-Nedved en la media punta, que les hizo añicos.

Cuando en la segunda parte los estadounidenses, hartos de ir arriba para no llegar a ningún sitio, se quedaron sin pulmones, los creativos checos dieron la estocada. Rosicky sacó un latigazo desde la medular contraria y la puso en la escuadra de Keller mientras que en las gradas y delante de la televisión los rojiblancos del Atlético se abrían las venas. Un golazo a disputarse con el de Friends el mejor tanto del torneo.

De verdad que los norteamericanos tuvieron cierto mérito. Daban hasta algo de pena viéndoles tan cándidos. Lo intentaron todo e incluso crearon cierto peligro cuando metieron en escena a Johnson, pero el asunto estaba visto para sentencia. En la enésima contra, Nedved le sirvió un balón de oro a Rosicky, que entró como un cohete para marcar el tercero y mandar a los de Arena al descabello. Todo lo que se creó luego fueron más ocasiones checas ante un rival que se deshacía por momentos ante la cruda realidad. Sí, esta fue su peor pesadilla, sólo que no era un sueño. El internacional checo Jan Koller no tiene suerte. Ayer sufrió una lesión muscular en el muslo derecho en el partido que les enfrentó a Estados Unidos que puede dejarle fuera para lo que queda de Mundial. «Lamentablemente, es posible que se trate de una lesión muy seria», dijo el técnico, Karel Brückner, al término del encuentro en el que se impusieron por 3-0 al combinado norteamericano. El primero de los goles fue obra del delantero que tras jugar en el Borussia Dortmund ha fichado por el Mónaco por dos años. El 'gigantón' -2,02 metros- aprovechó un centro de Poborsky para abrir el marcador de un cabezazo en los minutos iniciales. Koller se había recuperado justo antes del Mundial de Alemania de una lesión anterior en los ligamentos. «Todavía no sabemos lo que pasará con Jan. Si su dolencia es de gravedad se nos complicará la situación», apuntó su compañero de selección y figura de la jornada, Rosicky.