OPERACIÓN. Soldados israelíes defienden una posición. / AFP
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Israel bombardea Líbano para reprimir los ataques de las milicias palestinas

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Las milicias del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), Yihad Islámica y la organización chií Hezbolá (Partido de Dios), todas establecidas en Líbano, atacaron ayer el norte de Israel en represalia por el asesinato de un líder de Yihad Islámica y su hermano el pasado viernes en la ciudad de Sidón. Varios cohetes 'katiushas' alcanzaron territorio hebreo y francotiradores causaron heridas a dos soldados, lo que provocó una dura respuesta de la aviación y de la artillería judías contra varias bases de los milicianos, donde murieron un activista palestino y otro libanés. También sufrieron heridas varios personas más, entre ellas una niña de corta edad.

Los bombardeos desde territorio libanés comenzaron a primera hora de la mañana y tuvieron como objetivo una base militar israelí situada cerca de Safed, a veinte kilómetros de la frontera. A media tarde, cuando el intercambio de fuego era más intenso, el primer ministro judío, Ehud Olmert, envió al Gobierno de Beirut un mensaje «inequívoco». «Creo que quienes participan en este ataque han calculado mal y recibirán una respuesta muy agresiva si no lo cesan. Si continúan, lo lamentarán», declaró.

Previamente, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, había declarado que «el Estado de Israel ve al Ejecutivo libanés como responsable de cualquier ataque terrorista procedente de su territorio y actuará donde provenga cualquier actividad terrorista».

Intensidad

Y entonces, tras ordenar a los habitantes del norte de su país que acudieran a los refugios, el Ejército hebreo comenzó el bombardeo más intenso desde que las tropas hebreas abandonaron en 2000 la zona de Líbano que habían ocupado durante veintidós años.

La aviación bombardeó tanto las posiciones de las milicias radicales como algunas aldeas donde a veces los activistas buscan refugio. Las posiciones que fueron objetivo se hallaban cerca de Beirut, en el Valle de la Beqaa y junto a los pueblos de Aita al-Shaab, Jiam, Mais alYabal, Maryaun, Rayar, Remeish, Shaqra, Sultan Yaaqub y Yarun, todos en el sur de Líbano.

La operación terminó después de que la misión Unifil -los cascos azules desplegados en el sur de Líbano por Naciones Unidas- anunciaran que habían conseguido que las partes implicadas observaran un alto el fuego.