Carlos Gaviria, la alternativa de la izquierda

Uribe ha advertido durante su campaña contra los "comunistas disfrazados" de que podían entregar el poder a la guerrilla. Aludía a su principal rival, el senador, ex magistrado de la Corte Constitucional y profesor, Carlos Gaviria Díaz, candidato del Polo Democrático Alternativo (PDA), que tiene en las encuestas entre el 19% y el 20,4% de los votos, sin parentesco alguno con el ex mandatario César Gaviria.

En una consulta interna de los integrantes de esta agrupación -desde los comunistas más radicales a socialistas moderados-, desbancó al ex guerrillero del M-19 y ahora senador, Antonio Navarro Wolf. Gaviria o 'Santa Claus', como le llaman cariñosamente por su cabellera un poco larga y su barba blanca, de 69 años, no acepta que su antiguo alumno le califique de esa manera. "Son las palabras de un extremista", se defiende.

Este candidato dio una sorpresa al ganar en apenas tres meses 20 puntos porcentuales, desbancando al veterano político Horacio Serpa, abogado de 62 años, representante del tradicional Partido Liberal que aspira por tercera vez a la presidencia, aunque las encuestas apenas le otorgan entre un 10% y un 13%. Los otros tres aspirantes no llegan ni al 2% de la intención de voto. Son el ex alcalde de Bogotá Antanas Mockus, el ex ministro de Justicia Enrique Parejo, y el médico Carlos Rincón. En la papeleta electoral aparecerá el nombre del ex ministro y consejero en temas de paz Álvaro Leyva, pero se retiró el pasado 14 de mayo.

Negociar con los rebeldes

Gaviria asegura que la "guerrilla en Colombia ha inhibido el nacimiento de movimientos poderosos de la izquierda democrática porque la opinión pública confunde izquierda con guerrilla".

Catedrático de Derecho, Gaviria defiende algunos temas polémicos, como el aborto en casos específicos, la posesión de dosis de algunas drogas para consumo personal o la defensa de algunas conquistas laborales que fueron limitadas por Uribe. Es partidario de someter la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos a una consulta popular en lugar de dejarlo en manos del Senado. Respecto al problema de las guerrillas, asegura que lo combatirá mientras no acepte un dialogo para buscar una salida negociada.

El próximo presidente deberá tener en cuenta que, según las encuestas, un 62,9% de los colombianos quiere negociar con la guerrilla en lugar de combatirla, un 59,8% apoya el intercambio humanitario (58 políticos, militares y policías, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, están en poder de las FARC, que piden canjearlos por guerrilleros presos), y un 57,4% no cree que la desmovilización de paramilitares represente el fin del paramilitarismo. Necesitará tres grandes soluciones para tres grandes problemas.