DEFICIENCIAS. Un propietario señala una cornisa rota. / J. RÍOS.
Jerez

Esta casa es una ruina

La Barriada Juan XXIII, una de las más afectadas, acaba de recibir los proyectos de rehabilitación de la Junta

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16 de marzo. Nueve de la noche. Una cornisa de 35 centímetros de grosor cayó desde un quinto piso, rebotó en uno de los tendederos, y se rompió contra el asfalto fuera del vallado de seguridad con el que la Delegación de Urbanismo había protegido el entorno de los bloques de la barriada Juan XXIII. Los propios vecinos avisaron a la Policía Local y a los bomberos, que tuvieron que intervenir en la zona donde se había producido el desprendimiento.

Desgraciadamente no fue una anécdota excepcional. Carmen Romero, de 64 años, residente en el bloque, cuenta que «los habitantes de la barriada se han acostumbrado a estas situaciones» y advertía el detalle de que «las vayas de seguridad que ha instalado Urbanismo sólo protegen unos metros y en este caso no han servido para nada, porque la mayor parte de los cascotes han caído en el exterior». Eugenio Montero reafirma que «el estado de intranquilidad ya formaba parte de nuestra vida cotidiana, y ahora esperamos que acabe de una vez con el inicio de las obras».

Ana Palma, que estaba presente en el momento del último derrumbe, alertaba sobre el hecho de que «la cornisa se derrumbó a muy poquito de donde estaban jugando los niños y podía haber ocurrido una verdadera tragedia, igual que otras tantas veces», y recalcó que «con este tipo de circunstancias nadie puede estar tranquila cuando tus hijos o tus nietos salen a la puerta misma de tu casa».

José Menacho, vecino del bloque de enfrente, insistía en la idea de que «si todavía no se ha producido un herido grave o algo peor es porque hemos tenido mucha suerte, ya que van varios incidentes parecidos». Hace un mes escaso, la barriada recibió por fin los ansiados proyectos de obra de manos de la alcaldesa, Pilar Sánchez.

Según explicó Pablo Lorenzo, delegado provincial de Obras Públicas, el total de las actuaciones de rehabilitación que se van a acometer en las comunidades de Juan XXIII contempla un presupuesto inicial de más de 600.000 euros. Los primeros bloques beneficiarios del programa andaluz de rehabilitación de viviendas se encuentran ubicadas en las calles Debla, Mantuvo, Tonelero, Cartagena y Alvan. Para Fernández Ortega, el avance que ha experimentado el proceso de rehabilitación en el último año ha sido posible gracias al impulso dado por la Delegación municipal de Vivienda e Infraestructura, ya que «hasta la configuración del actual Gobierno local, el proceso llevaba más de tres años en punto muerto».