Simplemente 'el puente'

Por fin se presentó el proyecto del segundo puente, en un acto donde al parecer no cabían todos los que fueron. La ministra, doña Magdalena, se explayó hablando y hablando sobre las excelencias de nuestro nuevo acceso: será el más grande, el más alto, el más moderno, el más bonito y... el más tó, ¿como no podía ser menos! ¿no? Al parecer, y por las crónicas de nuestros medios de comunicación, se erigió en la única expositora del acto y no dejó hablar ni al propio Manterola auténtico artífice del proyecto ¿Qué malos son el protagonismo y la egolatría!

Todos los políticos luchan por arrogarse el éxito y salir en la foto. El PP por haber sacado del fondo del armario de Borrell la maqueta arrumbada y el PSOE, ante la situación política actual, el desarrollo del proyecto encargado por el anterior gabinete. La realidad es que a los gaditanos nos da igual quien se apunte el tanto, lo verdaderamente importante es que a partir de ahora se cumplan los plazos y que dentro de muy poco podamos utilizarlo mejorando, en todos los aspectos, nuestra vida cotidiana. Que por fin olvidemos los atascos al salir de Cádiz y cuando regresemos a casa de algún viaje no nos acordemos del padre de nadie al embocar el final de la autopista taponado por una marea de vehículos.

Después de casi quince años, ya que si recuerdan los primeros planteamientos se hicieron bajo el mandato de don Carlos Díaz, se ha presentado con gran boato el que parece ser el proyecto definitivo, bienvenido sea, pero no todo debe quedar aquí. El segundo puente no debe hipotecar nuestro desarrollo. Ahora que parece que la oposición se ha despertado de su letargo, hay que aprovechar la viá e impulsar cuantos proyectos están pendientes de realización. Por lo que se ve «tenemos a los ministerios de ZP a comer un piñón». Hay que sacar adelante la puesta en marcha de la comunicación marítima con los tan cacareados catamaranes que se están oxidando en las dársenas del río Guadalete. Hay que impulsar la realización del Hotel de Valcárcel antes de que se caiga el edificio. Se debe completar y poner en marcha en desdoblamiento de la vía férrea llegando de verdad hasta Cádiz el tren de alta velocidad y... cómo no, ya que se ha convencido el Presidente de la Autoridad Portuaria, ampliar el puerto comercial con la nueva dársena, que se derribe la verja y así podamos disfrutar de esa zona de expansión de la ciudad todos los gaditanos.

Bueno, por cierto, todo me parece bien menos el nombre del puente. La Constitución de 1812 se denominó La Pepa porque el pueblo de Cádiz espontáneamente así lo quiso, no le quitemos también el protagonismo al ciudadano y que le ponga el mote que quiera. Como muy bien decía Carlos Díaz en su primera columna de LA VOZ y al igual que en Lisboa, se denomine como se denomine oficialmente, para nosotros el puente José León de Carranza es simplemente el puente.