PONENTES. José Caballos, Antonio Romero, Luis Pizarro, Antonia Moro, Manuel Gracia y Antonio Sanz, ayer al concluir la ponencia. / EFE
ANDALUCÍA

El PSOE fuerza la definición «realidad nacional» en el nuevo Estatuto andaluz

El texto, inspirado en la denominada 'fórmula Clavero', contenta a medias a IU y provoca el rechazo de PP y PA, que no han firmado la ponencia El dictamen deberá ser refrendado el jueves en comisión y, en mayo, por el Parlamento autonómico

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Un párrafo. Dos a lo sumo. Este puñado de letras trae de cabeza a los miembros de la ponencia para la reforma del Estatuto de Autonomía de Andalucía que ayer elevó su dictamen sobre esta proposición de Ley. El texto contó con el apoyo de PSOE e IU y con el rechazo de PP y PA.

El debate sobre las competencias, enterrado; el de la financiación estatal, olvidado y el de las nuevas atribuciones de los ayuntamientos relegado a un segundo plano. El preámbulo, que hace 25 años apenas fue una anécdota para los padres del Estatuto de Carmona, y la definición de Andalucía que aparece en el Artículo 1, se han convertido en las claves de un consenso que no llega. El PSOE se ha quedado sólo en su apuesta por reconocer la «realidad nacional de Andalucía» en el preámbulo que, como insisten en repetir los líderes socialistas, tiene un mero carácter simbólico. En el Artículo 1 -que sí posee valor normativo-, la definición de Andalucía seguirá siendo: Nacionalidad histórica.

Modelo territorial

Todo hace indicar que el campo para esta batalla política supera las fronteras andaluzas. Tal y como adelantó el presidente Manuel Chaves, el Estatuto de Andalucía está llamado a convertirse en un referente dentro de la reforma del modelo territorial de España, iniciada con los articulados valenciano y catalán. De ahí que la línea de «realidad nacional», fijada en el reglamento autonómico andaluz, podría ser la máxima concesión que el PSOE está dispuesto a admitir al resto de comunidades autónomas que están inmersas en la reforma de sus estatutos -con la clara excepción del País Vasco-.

Los socialistas andaluces han expresado, durante el año y medio de trabajos de la ponencia, su disconformidad con la equiparación de Andalucía con una nación, tal y como reclaman IU y PA. En un intento por acercar posturas con estas dos formaciones, el PSOE adoptó parte de la fórmula que propuso Manuel Clavero, ex ministro de la UCD, y uno de los agentes sociales que ha participado en el turno de comparecencias estatutarias.

El texto de Clavero decía: «El Parlamento de Andalucía declaró a Blas Infante padre de la patria andaluza, las multitudinarias manifestaciones del 4 de diciembre de 1978 y el referéndum del 28 de febrero de 1980 expresaron la voluntad del pueblo andaluz de no ser menos que la comunidad que más rango tuviese en España. El artículo 2 de la Constitución reconoce la realidad nacional de Andalucía como nacionalidad».

La enmienda del PSOE, que finalmente se ha aprobado, lo siguiente: «Andalucía ha sido la única Comunidad que ha tenido una fuente de legitimidad expresada en las urnas mediante referéndum, lo que le otorga una identidad propia y una posición incontestable en el seno de la configuración territorial del Estado. Así, la Constitución española, en su Artículo 2º, reconoce la realidad nacional de Andalucía como una nacionalidad».

Avances

Lejos de unir, este enunciado ha convertido los rescoldos en llamas. El PA se mantiene en sus trece: Si Cataluña es una nación dentro de España, Andalucía también debe serlo. El PP dice que este movimiento del PSOE en el preámbulo es un intento de Manuel Chaves por justificar el modelo territorial del presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Izquierda Unida lo considera insuficiente, aunque reconoce el esfuerzo negociador de los socialistas. De hecho, en el preámbulo se recogen alusiones, promovidas directamente por IU, a la Constitución Federal andaluza, redactada en Antequera en 1833, o la Asamblea de Ronda, en 1918.

Manuel Gracia, presidente de la ponencia y portavoz del grupo parlamentario socialista, insiste en que su partido sigue abierto a cambios en el preámbulo. Eso sí, su condición parece inalcanzable. Sólo se modificará el actual argumento sí se encuentra otro que contente a PP, IU y PA a la vez. «Sí existe, yo lo firmo», apostilló Gracia que se pregunta por qué no puede llegarse a un acuerdo en Andalucía, en una cuestión que sí se ha pactado en Valencia o Cataluña.