Estabilidad en el consumo

La realidad imperante en las estaciones de servicio y gasolineras de la provincia gaditana es contrastada, a pie de calle, por los testimonios nacidos de la actividad cotidiana de los empleados y usuarios de estos centros. El quehacer diario de dichos establecimientos revela una cierta estabilidad en los niveles de consumo de carburante a pesar de factores tales como el considerable incremento experimentado en el número censado de vehículos a motor en la Bahía de Cádiz y la constante subida del precio del barril de crudo.

El encargado de uno de estos locales en el municipio de San Fernando asegura que la clientela sigue repostando «cantidades fijas» para sus automóviles, aunque esto se traduzca en un número menor de litros en el depósito. Por otro lado, dicho responsable mantiene que la proliferación de gasolineras en territorio urbano es una de las principales razones que motivan la ínfima variación de los ingresos obtenido por cada uno de estos centros en el despacho de carburantes. «Cada vez hay más coches y cada vez hay más centros a los que acudir, por lo que el gasto se reparte y la balanza sigue equilibrada», opina.

Por su parte, el responsable de otra de las áreas de servicio isleñas detalla que las cajas de este tipo de establecimiento sólo se han resentido por la eliminación, a causa de la nueva legislación vigente, de uno de los servicios anteriormente ofertados: la venta de tabaco.

Los conductores también han dejado constancia de su opinión en cuanto a la subida de precios de la gasolina y el gasoil se refiere. Francisco Javier Pecino, usuario habitual de gasolineras, asevera que él se mantiene fiel a un mismo nivel de gasto. «Echo en el depósito 40 euros siempre, la diferencia es que antes lo llenaba y ahora me quedo corto», señala Francisco Javier.

Otro de los los asiduos de este tipo de establecimientos, Miguel Facio, dice optar por un mayor uso del transporte público para los desplazamientos intraurbanos, aunque afirma que el uso continuado del automóvil se hace inevitable debido a necesidades del ámbito laboral.

El trabajo también es la razón argumentada por Miguel Carrillo, también cliente común de gasolineras, para explicar el gasto cada vez mayor que supone repostar el vehículo. «El trabajo obliga a utilizar constantemente el coche y la subida de precios en los carburantes hace que los desplazamientos laborales se hayan encarecido mucho en un período muy breve de tiempo», observa.

Por otro lado, la apertura de muchas áreas durante las 24 horas del día es valorada de forma muy positiva por la clientela. Uno de estos clientes, Sergio López, afirma que este horario continuado «saca a más de uno de un aprieto». A pesar de ello, Sergio califica de «abusivo» el encarecimiento que viene sufriendo en los últimos tiempos un bien tan necesario como es el carburante.