ESPAÑA

El juez procesa a los 32 islamistas que planearon volar la Audiencia Nacional

Grande-Marlaska les considera responsables de un delito de integración en banda terrorista y del intento de asesinato de 980 personas Considera probado que la sede del PP y el Bernabéu estaban entre sus objetivos

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Los 32 presuntos terroristas 'yihadistas' detenidos en la denominada 'operación Nova' serán juzgados por el intento de asesinar a 980 personas, que son las que pueblan cualquier día normal la Audiencia Nacional, cuyo edificio querían hacer saltar por los aires a finales de 2004 con un atentado suicida perpetrado con un camión cargado de dinamita. El juez de este órgano Fernando Grande-Marlaska les procesó hoy por sendos delitos de integración terrorista con fines 'yihadistas', conspiración para atentados con resultado de muerte y falsificación de moneda y documentos con fines terroristas.

El instructor explica en su resolución cómo llega a la cifra de casi un millar de personas: «en un día normal de trabajo» en el edificio de la calle Génova, sede de los juzgados y tribunales penales de la Audiencia Nacional, hay 300 jueces, secretarios y funcionarios judiciales, 80 fiscales y personas adscritas a ese departamento, 50 trabajadores en la Secretaria de Gobierno, unas 350 personas entre abogados, visitantes y acusados y cerca de 200 agentes de seguridad privada y policías nacionales.

Liderados por un emir

El instructor asegura que los acusados, miembros del grupo Mártires por Marruecos detenidos en otoño de 2004 en la 'operación Nova' que se desarrolló en varios puntos de España y en diversas prisiones, estaban liderados por el emir marroquí Abderrahmane Tahiri, más conocido como 'Mohamed Acharf', detenido en Suiza y extraditado a España en abril de 2005.

Fue él quien dispuso lo necesario para hacer saltar por los aires el edificio del tribunal. Acharf -sostiene el auto conocido ayer- había contactado con otro de los procesados, el mauritano Kamara Diade, para conseguir que un traficante de armas gitano, de nombre Antonio, les vendiera mil kilos de goma dos.

La intención de los terroristas era cargar media tonelada de ese explosivo en una camión «que empotraría contra la Audiencia Nacional, ya que carecía de protección adecuada». Apunta que la pretensión de los islamistas era provocar el mayor número de muertos. Dice el juez que Acharf, además de una masacre, «buscaba destruir los archivos que afectaban a los 'hermanos muyahidines'» y provocar una fuerte conmoción social por «la trascendencia de un atentado a un organismo judicial emblemático como la Audiencia Nacional».

El juez insiste en que el atentado contra el tribunal no es una mera especulación. Así, desvela que el emir marroquí había captado y adoctrinado a ocho de los procesados, que ya habían decidido convertirse en 'mártires' (suicidas) para atentar contra la Audiencia Nacional. Además, había contactado con un terrorista palestino «especialista en electrónica», conocido como 'Salim', para que fabricara el dispositivo de activación del explosivo.

Más atentados

La Audiencia Nacional no era el único objetivo. Las investigaciones de la Policía apuntan a que la célula tenía otros objetivos, marcados en un mapa intervenido por los agentes: la sede del Partido Popular, el Bernabéu, el Palacio de Exposiciones, el rascacielos Torre Picasso y las estaciones de Atocha y Príncipe Pío.

El juez sostiene que todas las células de Mártires por Marruecos se gestaron de la mano de Achraf entre 2001 y 2003 en la cárcel salmantina de Topas, donde el emir y otros procesados presos por delitos comunes coincidieron.