Turismo

Los grandes hoteles de la costa empiezan a abrir tras otra temporada de dura estacionalidad

Cuatro de los trece alojamientos que cerraron en invierno ya han vuelto a la actividad y los demás lo harán antes de abril Dos negocios se han sumado este año al parón invernal y los hoteleros advierten de que cada año serán más

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Como el oso pardo, los grandes hoteles de la costa despiertan este mes de su hibernación. Han estado desde noviembre en letargo, cerrados para rentabilizar los ingresos obtenidos a lo largo del año o «para no perderlos». «Sólo el hecho de mantener un hotel abierto tiene unos costes altos que no se recuperan sin clientes; es más, si algunos de estos grandes hoteles no cerrara en invierno, perdería gran parte de los beneficios de la temporada», explican desde la Asociación de Hoteles de Cádiz.

Cuatro de los 14 grandes complejos que echaron el cerrojo con la llegada del frío han abierto sus puertas durante febrero. Otros seis se incorporarán al mercado en marzo y los últimos aguardarán a la primera semana de abril, fecha en la que la planta hotelera gaditana volverá a estar en plena forma.

La estacionalidad ha sido dura un año más en la Costa de la Luz. Dos negocios, el Playa de la Luz (Rota) y el Valentín Sancti Petri (Chiclana), se han unido a la nómina de hoteles paralizados en invierno. La consigna es unánime entre los empresarios: «No hay turistas, no hay ingresos». Fuentes del sector señalan que este año «ha flojeado» el turismo de negocios, que aporta a estos grandes establecimientos gaditanos clientes fuera de temporada. La realidad del mercado es que más de 8.000 camas, el 20% de las disponibles en la provincia, sigue atada a la estacionalidad.

Aviso del sector

En la última asamblea de la Asociación de Hoteles se advirtió, además, de que «cada año serán más los establecimientos que cierren en invierno» ante la imposibilidad de rentabilizar su actividad entre noviembre y febrero. Incluso se apuntó que el colectivo seguirá negociando con la Administración el reconocimiento de la figura legal de «hotel de temporada», que permita a los empresarios gestionar sus meses de actividad sin que se desaten conflictos laborales.

El problema de la temporalidad afecta a las compañías y, sobre todo, al empleo en el sector, porque los establecimientos vacacionales son también los que necesitan más trabajadores. Las plantillas se ven perjudicadas por el cierre de los negocios y gran parte de los trabajadores firman año tras año sucesivos contratos temporales.

Entre julio y septiembre de 2005, meses de temporada alta, el sector hotelero de la provincia empleó directamente a una media de 9.135 profesionales. En diciembre y enero, la media apenas alcanza los 3.500 trabajadores, según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, que son los únicos disponibles sobre el turismo. El sector disminuyó su plantilla más de un 60% con la llegada de la temporada baja el año pasado. La pérdida de empleos es un lastre para una industria que aspira a convertirse en uno de los pilares sólidos de la economía de la provincia.

El modelo del destino

Fuentes del Observatorio Turístico señalan que la estacionalidad es un fenómeno unido a cualquier destino que fundamente su oferta en el sol y la playa. «El problema no es nuevo ni exclusivo de aquí; durante veinte años hemos explotado este modelo, como la Costa del Sol o las Islas, y siempre se han tenido que cerrar los hoteles», lamentan. «Y la situación seguirá así mientras no se consiga posicionar al destino en otros segmentos». Además, la multiplicidad y la variedad de los lugares a los que viajar dificultan el camino hacia la desestacionalización. «Hemos pasado de un mercado de demanda a uno de oferta, y los empresarios tienen que ser ahora más agresivos en la captación de turistas», apuntan.

Los empresarios piden menos trabas legales a la hora de instalar equipamientos en sus hoteles como centros de talasoterapia (tratamientos de salud a través del agua del mar) y campos de golf, que atraen viajeros fuera de temporada, además de más promoción y revitalización de las fiestas y eventos culturales de Cádiz. En pleno febrero, el Carnaval de la capital va a llenar los hoteles de toda la Bahía.