Cultura

Arquitectura 'made in spain'

El MoMA de Nueva York acoge una muestra de nueva creación en España, en la que figuran dos proyectos de Jerez y uno con la firma de Alberto Campo Baeza

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¿Qué por qué España?», sonríe Terence Riley, director del Departamento de Arquitectura del Museo de Arte Mo-derno (MoMA) de Nueva York, cuando se le pregunta por el privilegio que supone la gran exposición dedicada en exclusividad a la arquitectura contemporánea española. «Espero que cuando la gente dé un par de vueltas por esta sala ya no tenga que preguntárselo», responde Riley. «En un principio, se planteó hacer una muestra sobre nueva arquitectura europea, pero Riley constató que España era un país crucial en este ámbito», añade Julio Malo de Molina, decano de los Arquitectos de Cádiz, una provincia que amadrina tres de los proyectos. Dos de ellos pensados para construirse entre sus límites (la ciudad del flamenco y la Biblioteca Municipal de Jerez) y otro con la firma de un gaditano de adopción, Alberto Campo Baeza.

Para el también comisario de la exposición On-Site: New Arquitecture in Spain, el trabajo de los arquitectos en nuestro país está entre los mejores del mundo, pese a que resulte ampliamente desconocido. Riley se ha propuesto que en EE UU se conozca a España «no sólo por las corridas de toros, la costa del sol o el flamenco», sino que desea que la exposición del MoMA «resulte para la arquitectura española lo que Pedro Almodóvar para el cine».

No se podía pedir mejor embajador. Los 53 proyectos arquitectónicos seleccionados, 35 de ellos en construcción, nacieron en los últimos cinco años, salvo alguna excepción, y se exhibirán en el museo desde este domingo hasta el 1 de mayo. Durante ese tiempo, el MoMA también impulsará una serie de actos públicos que sin duda acabarán de poner la atención sobre un momento que Riley considera extraordinario dentro del arte español, fruto de una etapa de prosperidad económica y estabilidad política.

La explosión arquitectónica que recoge no se limita a las grandes capitales españolas ni a los proyectos institucionales, sino que resulta en tal variedad de proyectos dispersos por toda la geografía que el director del departamento califica a nuestro país de «importante laboratorio para las tendencias contemporáneas de la arquitectura».

«España ha entrado en la vanguardia mundial en este sector, como queda demostrado en la exposición sobre las nuevas construcciones de este país», ha llegado a asegurar el diario The Washington Post.

El cronista del Post, tras señalar que «hace un cuarto de siglo no se hubiera podido hacer tal afirmación», se muestra de acuerdo con esta positiva evaluación al hacer un repaso de la exposición

Desde el punto de vista provincial, el presidente del Colegio de Arquitectos de Cádiz, Julio Malo de Molina se muestra satisfecho por que dos de los 53 proyectos estén construidos en la provincia: «Es una buena tasa», reitera.

Tres de Cádiz

De hecho, Cádiz se convierte en una de las provincias españolas con más presencia en la muestra. Aparte de Madrid, con siete proyectos, y Barcelona, con seis, otras cuatro provincias con tres (Tenerife, Alicante, Valencia y Vizcaya). Cádiz y otras tres más, entre ellas Sevilla, llevan a la capital del mundo dos diseños. Y otras 17 -ninguna andaluza-, uno solo.

Calatrava, ausente

Desde el más grande de los proyectos presentados, la ampliación del aeropuerto de Barajas, al más pequeño, la capilla que el ex jugador del Real Madrid Manolo Sanchís encargó para su finca de Ciudad Real, se exhiben en el MoMA edificios como una casa rural de Girona, la biblioteca municipal y la Ciudad del Flamenco de Jerez o importantes ampliaciones de museos como la del Reina Sofía madrileño y el IVAM de Valencia. No se trata tampoco sólo de obras públicas, sino que hay hoteles como Habitat en Barcelona y sedes empresariales como la de Gas Natural.

Faltan arquitectos tan renombrados como Santiago Calatrava, que no quiso presentar un proyecto, o Antonio Cruz y Antonio Oretiz, a los que el MoMA ha tratado de hacer justicia en el catálogo de On Site, que hace un recorrido en profundidad por estos edificios y el contexto que los ha hecho posibles.

Uno de los proyectos expuestos en Nueva York es la Ciudad del Flamenco de Jerez, que lleva la firma de los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, y está pendiente de construcción en la Plaza Belén. En el año 2003, la Gerencia Municipal de Urbanismo convocó un concurso internacional de arquitectura para la construcción de la Ciudad del Flamenco. El 10 de enero de 2004, el jurado calificador eligió, por unanimidad, la propuesta de los suizos, que incluye un auditorio, un centro de documentación e investigación, un museo y una escuela superior de Arte Flamenco.

El MoMA no es el primer museo que visita la obra de los suizos. La Tate Galery de Londres la incluyó en otra muestra, en la que se pudo ver una pieza de 14 metros de altura que reproducía, a escala natural, un detalle constructivo que sirve de patio de luces, por donde entra la luz a los largo de toda la sección vertical del edificio de la Plaza Belén.

«Su valor es que supone una integración formal con su entorno. Integra el centro histórico contextualizándose con el lenguaje de la arquitectura moderna», dice Malo de Molina. «Puede resolver un programa complejo, con referencias formales al mundo de la arquitectura tradicional». Sin embargo, «a fuerza de buscar la contextualización», roza «un poco» una «referencia casticista discutible».

Rigor moderno

La otra de las obras que se muestran en el MoMA como parte de la elite de los proyectos de nueva arquitectura española es la nueva Biblioteca Municipal de Jerez que, si bien dispone de un proyecto redactado, está experimentando «algunos cambios» para adecuarse a su nueva situación en la barriada de La Granja.

El proyecto corresponde al estudio que dirigen en Sevilla los arquitectos José Morales y Sara de Giles, que han conseguido un edificio «más rigurosamente moderno y consecuente» que el de Herzog y de Meuron según el decano de los arquitectos gaditanos, que no duda en calificar a la pareja como «de lo mejor que tenemos» en la arquitectura española.

Estas dos obras corresponden a los dos únicos proyectos concebidos para la provincia, si bien, entre las firmas de altura que exponen en el MoMA se encuentra una gaditana. Es el caso de Alberto Campo Baeza, nacido en Valladolid y criado en Cádiz, que visita Nueva York con su proyecto del MA, el Museo de la Memoria de Andalucía de Granada.

«Querríamos hacer el más hermoso edificio para un museo que quiere transmitir toda la historia de Andalucía», aseguran desde el estudio de Campo Baeza. El resultado es «un edificio silencioso en sus formas, clamoroso en sus elementos de transmisión de mensajes de un nuevo milenio en el que ya estamos inmersos». Un edificio Made In Spain.