El clérigo radical Abu Hamza. /EFE
CONDENADO A 7 AÑOS

Abu Hamza, de guardia de seguridad a predicador de la "Yihad"

Este clérigo se dio a conocer entre los años 1997 y 2003 por sus discursos radicales en la mezquita londinense de Finsbury Park

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Tras años de discursos incendiarios contra Occidente y a favor de la "Yihad" islámica, el clérigo radical Abu Hamza al-Masri ha sido condenado hoy en el Reino Unido a siete años de cárcel por delitos de terrorismo e incitación al odio racial. Su condena culmina un proceso judicial iniciado en 2004, cuando Estados Unidos pidió su arresto y extradición por considerarle "un mediador del terrorismo".

Hasta entonces, los servicios de contraespionaje británicos "MI5" conocían bien su existencia y sus actividades, pero no consideraban que estuviera actuando fuera de la ley. De hecho, según explicó el propio imán en el juicio, le indicaron que no corría peligro de ser detenido mientras se limitara a ejercer la libertad de expresión, aunque también le advirtieron de que estaba avanzando "por una cuerda floja".

Sus discursos en Finsbury Park, en los que pedía la muerte de los "infieles" y deploraba el estilo de vida occidental, trascendieron a la luz pública cuando, en 1999, el "MI5" le interrogó sobre un intento de secuestro de turistas en Yemen en 1998, del que, al final, no fue acusado. Desde entonces, la imagen de Hamza, a cuyo aspecto fiero contribuyen un parche y un garfio en el ojo y brazo derechos, ha aparecido con frecuencia en la prensa británica, convirtiéndose en uno de los clérigos más famosos, insultados y ridiculizados de este país, como señaló en el juicio su abogado defensor.

Su primer trabajo en el Reino Unido fue de guarda de seguridad

Nacido en Alejandría (Egipto) en 1958, Abu Hamza, cuyo verdadero nombre es Mustafa Kamel Mustafa, es hijo de un oficial de la Marina y una directora de escuela primaria. Tras estudiar ingeniería civil, en 1979 se trasladó al Reino Unido, donde empezó trabajando como guardia de seguridad en una discoteca. Su primer matrimonio, con una británica, acabó en divorcio, pero tiempo después volvió a casarse y tuvo siete hijos.

Uno de sus primeros contratos como ingeniero fue en la academia militar de Sandhurst, donde recibe instrucción la realeza británica. Coincidiendo con la revolución islámica en Irán y la invasión de Afganistán por parte de las tropas soviéticas, creció su interés por la política y el Islam. Era la época en que empezaba a fraguarse un tipo de islamismo que abogaba por los estados islámicos en territorios musulmanes, del que surgieron figuras como el propio Osama Bin Laden, posterior líder de la organización terrorista Al Qaeda.

En un viaje a Afganistán perdió un ojo y una mano

Este movimiento tenía un brazo armado, los Muyahidin, que fue el que combatió a los soviéticos en Afganistán con el apoyo de EEUU y el Reino Unido. Abu Hamza conoció a algunos de estos combatientes cuando viajaron a Londres para recibir tratamiento médico en Harley Street, donde él ejercía de traductor. En 1987, durante un peregrinaje a la Meca, conoció al fundador de los Muyahidin afganos, el jeque Abdulá Azzam, y poco después viajó a Afganistán para participar en tareas de reconstrucción en la región de Jalalabad, donde, durante una operación de desminado, perdió el ojo y la mano.

A partir de 1997 comenzó sus discursos en Finsbury Park

Tras un breve paso por el Reino Unido para recibir tratamiento, en 1995 viajó hasta Bosnia para apoyar a los musulmanes durante la guerra de Yugoslavia. En 1997 llegó a la mezquita de Finsbury Park, donde empezó a hacer campaña por la Guerra Santa hasta convertirse en el polémico imán que en el 2002 convocó una reunión de musulmanes para celebrar el primer aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas de EEUU y rezar por las almas de los terroristas.

La mezquita se convirtió en punto de encuentro de radicales, a quienes se permitía incluso dormir en su interior. El 20 de enero de 2003 la Policía registró el templo durante la investigación de una supuesta trama para producir ricino, de la que no se hallaron pruebas, pero que motivó el cierre de la mezquita. Hamza continuó predicando a sus puertas cada viernes hasta que las autoridades británicas le detuvieron hace casi dos años, a petición de Estados Unidos.