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Un millar de desaparecidos al naufragar un ferry egipcio en el mar Rojo

Los grupos de rescate recuperan 185 cadáveres y 314 supervivientes El mensaje de socorro fue captado por otro buque pero no llegó a ningún puerto egipcio ni saudí

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Los grupos de rescate han recuperado decenas de cadáveres y 314 supervivientes tras el accidente que ayer sufrió en el mar Rojo un ferry egipcio que cubría un trayecto entre Arabia Saudí y Egipto y que en el momento de su hundimiento transportaba 1.318 pasajeros. Sin embargo, el número final de víctimas podría ser bastante más elevado puesto que no se tiene noticia de un millar de pasajeros desaparecidos, que presuntamente se hundieron con el barco y que seguramente han perdido la vida en el accidente.

La mayoría de las víctimas son obreros egipcios que volvían a su país al término de sus contratos en Arabia Saudí o para pasar las vacaciones con sus familias. Otras víctimas son peregrinos que el mes pasado acudieron a La Meca para cumplir el precepto religioso de visitar los lugares santos al menos una vez en la vida.

«Hemos extraído del mar cuarenta y cinco cuerpos y hay un centenar de supervivientes», dijo un policía egipcio que trabajó en la operación de rescate. «No esperamos encontrar a muchos más porque ha transcurrido demasiado tiempo desde el naufragio», añadió.

El Al-Salaam Boccaccio 98 navegaba bajo bandera panameña de conveniencia y fue construido hace 35 años y remozado en 1990. Cubría el trayecto entre el puerto saudí de Dubah y el egipcio de Safaga cuando naufragó a unas 45 millas de la ciudad egipcia de Hurgada por causas que se desconocen. Poco antes del hundimiento el capitán del ferry lanzó un mensaje de socorro que fue captado por otro ferry que había en la zona. Sin embargo, el mensaje de socorro no llegó a ningún puerto egipcio o saudí del mar Rojo.

Se sabe que en el momento del naufragio, hacia las 2 de la madrugada, cuando la mayoría de los pasajeros estaban durmiendo, las condiciones meteorológicas eran desfavorables, había fuertes vientos y una tormenta de arena en la zona.

Todos los requisitos

Las familias de las víctimas se dirigieron al puerto de Safaga, adonde el barco debía haber llegado a las 3 de la madrugada, para recabar información sobre los desaparecidos. Pero las autoridades egipcias carecían prácticamente de noticias dado que la situación era muy confusa y dificultosos las tareas de rescate. De hecho, algunas personas congregadas en Safaga protestaron y demandaron explicaciones a los responsables. Denunciaron, asismismo, que se hubiera permitido que un ferry «tan viejo» pudiera transportar a tantos pasajeros.

Las airadas reacciones de muchos egipcios impulsaron al presidente Hosni Mubarak a divulgar un comunicado anunciando que las autoridades llevarán a cabo una minuciosa investigación de los pormenores del naufragio sin dilaciones. El ministro de Transporte egipcio, Muhammad Lutfi Mansur, declaró sin embargo que el buque siniestrado contaba con todos los requisitos de seguridad exigibles conforme a las leyes internacionales.

Pero algunos expertos sostienen que el barco probablemente incumpliera las medidas básicas de seguridad y sospechan que el armador había construido al menos dos pisos adicionales en la cubierta que pudieron desequilibrar el navío.

Buques saudíes y egipcios rastrean la zona aunque consideran muy improbable que los náufragos resistan las bajas temperaturas del agua que hay en la zona en febrero.

La normativa egipcia exige que los barcos lleven al menos tantos chalecos salvavidas como número de pasajeros, aunque la experiencia indica que los armadores incumplen la normativa.

Informaciones procedentes de Hurgada indican que el barco se hundió con gran rapidez, sin dar tiempo a la reacción del pasaje. Todo indica que el ferry no disponía de suficientes botes salvavidas.

Expertos navales señalaron que el tipo de ferry al que pertenecía Al-Salaam se encuentran entre los más problemáticos y con demasiada frecuencia sufren accidentes similares en todo el mundo. Sin embargo, los armadores objetan que el barco accidentado fue habilitado en 2005 por una empresa italiana especializada. Un portavoz de la concesionaria manifestó que el buque tenía capacidad para 2.500 personas y que el momento del accidente sólo viajaban 1.318, incluidos los 104 miembros de la tripulación, y que se hallaban abordo 220 vehículos.

La inmensa mayoría de los pasajeros eran de nacionalidad egipcia, aunque también había 99 saudíes, seis sirios, cuatro palestinos, dos sudaneses, un canadiense, un yemení, un omaní y un ciudadano de los Emiratos Árabes Unidos.