Carlos Jiménez seguirá siendo jugador del Adecco Estudiantes. EFE
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Carlos Jiménez seguirá en Estudiantes

El Madrid, que pretendía ficharle desde el verano, ha sobrepasado el plazo para cerrar el traspaso sin llegar a un acuerdo con los colegiales

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El alero internacional Carlos Jiménez seguirá siendo jugador del Adecco Estudiantes, al menos, hasta el final de la presente campaña ya que su actual club y el Real Madrid, que pretendía ficharle desde el pasado verano, han sobrepasado el plazo reglamentario para cerrar el traspaso sin llegar a un acuerdo.

El margen para continuar la negociación podía haberse alargado hasta las ocho de la tarde del martes siempre y cuando el Estudiantes hubiese dado de baja al jugador en la ACB antes de las doce de la noche del lunes, pero la entidad colegial esperó una oferta blanca que cubriese ciertos requisitos para dejar marchar al jugador y, al no considerar aceptables ninguna de las proposiciones madridistas, se mantuvo firme en retenerle.

El cierre del plazo para fichar jugadores nacionales -los demás pueden cambiar de equipo sin traba alguna hasta 48 horas antes de las eliminatorias por el título- activó los contactos entre los interlocutores de ambas entidades en la última jornada hábil para concretar la operación.

Los contactos se prolongaron a lo largo del día. Hubo conversaciones entre el presidente blanco, Florentino Pérez, y el estudiantil, Fernando Bermúdez, aunque el núcleo de las negociaciones recayó en Antonio Martín, director de la sección de baloncesto blanca, que llevó el grueso de la interlocución con Bermudez y el director deportivo colegial, José Asensio.

Acuerdo desde verano entre el Madrid y el jugador

El jugador y el club madridista ya habían acordado los términos del fichaje el pasado verano, cuando el Estudiantes accedió a que el alero internacional negociase con el equipo que él eligiera.

Sin embargo, cuando Jiménez comunicó a la directiva estudiantil que deseaba incorporarse al Real Madrid, la postura de los dirigentes colegiales se endureció y éstos se remitieron a la cláusula de rescisión fijada en el contrato del internacional español, de 3,6 millones de euros, como única vía para concretar el traspaso.

El acuerdo entre Jiménez y el Real Madrid abarcaba la presente temporada y otras tres, tal y como en su día estipularon las partes, que confiaban en cerrar la contratación con un compromiso entre los clubes acto seguido. Pero los clubes no se entendieron. La negativa del Estudiantes a rebajar la cláusula fijada en el contrato del jugador y la adquisición del estadounidense Venson Hamilton procedente del DKV Joventut provocó incluso una llamada de atención al Real Madrid en una asamblea de la ACB.

El Estudiantes especificó los términos en los que accedería al traspaso en un documento remitido a la ACB este lunes. Posteriormente, en torno a las siete de la tarde, el club celebró una junta directiva que terminó pasadas las nueve y media de la noche.

Últimos intentos

La conclusión del plazo para fichar desencadenó los últimos contactos, que seguían sin ningún resultado en firme cuando el Estudiantes abrió la junta directiva del Magariños. El club colegial informó al final de la reunión que permanecía a la espera de recibir una oferta del Real Madrid. Faltaban unas dos horas para que los clubes cerrasen un acuerdo.

Entretanto, Carlos Jiménez cenaba en casa con la familia en medio de una absoluta tranquilidad y contrariado por tener que esperar hasta las doce de la noche para aclarar definitivamente su situación porque contaba con tener que levantarse pronto para entrenarse a las órdenes de Pedro Martínez.

El Real Madrid y el Estudiantes hablaron en varias ocasiones entre las diez y las doce de la noche. Las ofertas madridistas permanecieron muy alejadas de las pretensiones colegiales y el límite reglamentario para formalizar el fichaje expiró sin que los interlocutores madridistas y colegiales encontrasen la forma de entenderse.

El Madrid prometió a Jiménez que nunca le dejaría en la estacada una vez que el jugador hizo pública su intención de cambiar la camiseta azul por la blanca. Al final, la realidad del mercado y las diferentes formas de entender la realidad del baloncesto profesional han dejado al alero en el Estudiantes.