Sociedad

Diseñado en CCCP

El Colegio de Arquitectos y el Archivo España-Rusia inauguran el miércoles una muestra de objetos y creaciones que nacieron entre la muerte de Lenin y la de Stalin

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La lámpara que brillaba en las primeras reuniones de los soviet era una lámpara zarista. No habían tenido tiempo para el cambio de mobiliario y estilo, pero los grandes hombres del régimen cayeron pronto en la cuenta: no debía aparecer una lámpara zarista en los periódicos, por ser políticamente incorrecta. Y diseñaron una nueva, con troquelado de la hoz y el martillo para que emanase la luz de la nueva sociedad. Y así, la trapisonda propagandística dio luz a la lámpara de diseño comunista. Ya sólo quedaba construirla en masa y hacerla popular para meterla en todos los hogares. El diseño había cumplido su función: tener esa lámpara en la mesilla significaba estar cerca del Soviet Supremo, ser parte del poder. El proceso no es más que un ejemplo de cómo las creaciones de objetos se convirtieron en la URSS en un intermediario efectivo entre poder y sociedad. «No había ni un objeto asexuado políticamente», sostiene Carlos Flores, el director del Archivo España-Rusia (1927-1937) y comisario de la muestra que inaugurará el próximo miércoles Arquitectos de Cádiz, en colaboración con la institución que dirige.

Ese día arrancará la exposición -permanecerá abierta hasta el 17 de febrero-, y se celebrará una conferencia en la que intervendrán el citado arquitecto Carlos Flores, el historiador Alexéi Morosov y el diseñador Vladimir Krichevski.

Hasta el 17 de febrero, 13 vitrinas guardarán en la Plaza de Mina una forma de creación que cuajó durante más de tres décadas, las que van desde la muerte de Lenin en 1924 hasta la muerte de Stalin, en 1953. El título de la muestra juega con el número de expositores y la superstición de la cifra 13, expresada en países como Rusia como La docena del diablo. Carlos Flores, Morosov y Krichevski han sido los encargados de la elección de los objetos. Tras «15 años de acercamiento profundo al fenómeno soviético desde todos los puntos de vista posibles, sabemos que los objetos hablan por sí solos y que podrán recrear el periodo que abordamos».

En esa época se creó y desarrolló, en opinión de Flores, «la anónima vida soviética». Para delimitarla y transmitirla al visitante, se han definido 13 instantes que describen cada momento y la evolución del conjunto, como son los epígrafes vanguardia, NEP (nueva política económica), Art Deco, Planes Quinquenales, represión, mundo infantil, II Guerra Mundial y otros ámbitos como la Guerra Civil Española. Ésta queda retratada con acidez en una viñeta en la que aparecen Franco y Queipo de Llano. En la caricatura, publicada en la revista El extranjero en 1937, aparecen los mandatarios del Ejército Nacional en forma de perros rabiosos, con sables sangrientos en las manos, ataviados con uniformes sembrados de símbolos nazis. Cabe resaltar el siguiente dato: el autor, Borís Efimov fue hermano de Mijaíl Koltsov, periodista represaliado por Stalin al regreso de la guerra de España.

La misión del Archivo España Rusia (1927-1937) es tender puentes entre los dos países. Según el comisario, la relación fue importante antes, durante y después de la guerra. «Muchos españoles viajaron a Rusia y conocieron estos objetos», un hecho que los convierte en «una parte, aunque muy pequeña, de la cultura española».

Alberti en Rusia

En esta línea, la organización ha preparado vídeos con fotos de manuscritos de obras pertenecientes a autores españoles. Una de ellas es de Altolaguirre y Bergamín (La estrella de Valencia. El triunfo de las germanías), estrenada en 1937 en Valencia, y la otra corresponde a una adaptación del Romance de Don Bueso, de Rafael Alberti, para el guiñol de Misiones Pedagógicas.

Si algunos objetos son una muestra clara por la sensibilización rusa hacia el Levantamiento del 36, otros tienen una función más destinada a aumentar la producción, como la ilustración La construcción socialista en la URSS, que explica cómo las fábricas de tractores fueron convertidas en fábricas de tanques, obra de Dimitri Moor.

Diseño de supervivencia

«En aquel tiempo diseñar equivalía a resolver - dice Flores-. Primero había que sobrevivir política, física y materialmente. Y luego seguir sobreviviendo». Estas son las razones de que, a su parecer, «difícilmente pudieran plantearse aspectos de creación artística de diseño semejantes a los del resto de Europa». Por otra parte, se construyeron objetos «en masa», pero solamente los que eran del todo imprescindibles, «variaciones sobre un mismo tema: supervivencia». Hubo centros de diseño como el VJUTEMAS, aunque, frente a lo sucedido en la «exuberante Europa llena de trastos», «los pocos objetos que acompañaron al pueblo de la URSS alcanzaron un valor simbólico sin precedentes. En algunos casos simbolismo político, otros como hitos exclusivamente formales y las más como objeto de seseo insatisfecho».

Para el miembro de Arquitectos de Cádiz y organizador de la muestra, Tomás Carranza, el diseño soviético «revolucionó conceptos como la tipografía, el color y la composición» y es «esencial para comprender todas las corrientes posteriores».

El decano del Colegio de Arquitectos, Julio Malo de Molina destaca que la muestra no trata de hacer política, ni historia, «ni siquiera trata de ser exhaustiva, sino que busca estudiar una sociedad a través de sus objetos».