Mueren al menos cuatro personas en incendios registrados en Texas y Oklahoma

Al menos cuatro personas murieron en los incendios que ayer azotaban los estados norteamericanos de Texas (sur), Oklahoma (centro) y Nuevo México (suroeste), y que forzaron la evacuación de habitantes, según informaron las autoridades.

Los servicios de emergencia informaron de la muerte por inhalación de humo, en Oklahoma, de un hombre de 68 años, mientras que fuentes oficiales indicaron el fallecimiento de tres personas en Texas.

La situación era preocupante el lunes, dado que las previsiones meteorológicas anuncian temperaturas templadas, con tiempo seco y fuertes vientos, en los estados afectados.

Partes de la ciudad de Oklahoma fueron evacuadas mientras el fuego alcanzaba el extremo nororiental de esta localidad de medio millón de habitantes, según la radio local KOCO-5.

Mientras tanto, en el nordeste y el sur del estado de Oklahoma seguían activos siete incendios. «Todavía hay tres grandes incendios. El mayor es de 348 km2», declaró Michelann Ooten, portavoz del servicio de emergencias del Estado.

Solamente el domingo, 445 km2 de superficie fueron afectadas por el fuego, mientras desde noviembre se han incendiado un total de 1.460 km2, así como 200 hogares y empresas, precisó la portavoz.

El gobernador de Oklahoma, Brad Henry, pidió al presidente estadounidense George W. Bush que declare estado de catástrofe natural y que libere fondos federales para asistir la emergencia.

El norte y el centro de Texas también está siendo víctima de incendios, aunque de los 18 focos declarados el domingo, sólo cinco permanecían activos el lunes, según el servicio de guardabosques. En total se incendiaron más de 82 casas, precisó la portavoz Traci Weaver.

Entretanto, en Nuevo México los bomberos seguían combatiendo el lunes «cinco grandes incendios, que perdieron fuerza después de devastar unos 250 km2», según declaró Dan Ware, portavoz del departamento de guardabosques del Estado.

Inundaciones

La región de San Francisco, al oeste de California, evaluaba y reparaba los destrozos producidos por las inundaciones registradas durante el fin de semana de Año Nuevo, mientras que en Los Ángeles, un poco más al sur, las autoridades estaban en alerta ante la inminencia de una violenta tormenta.

Las inundaciones que golpearon la región de San Francisco, y particularmente las zonas vitícolas de Sonoma y Napa, forzaron la evacuación de cerca de 4.000 personas. Los habitantes dejaron sus viviendas, los ríos invadieron varios barrios, destruyeron las carreteras e inundaron los viñedos.