Opinión

Basta de ataques al Papa Francisco

Me escandaliza que desde el Obispado de Cádiz-Ceuta no se haya dejado clara su postura ante la firma del párroco de San Severiano, Antonio Diufaín, de la Declaración del denominado clan o grupo de Toledo

Ramón Sánchez Heredia

Cádiz

Primero aparecieron en las redes sociales, luego se hicieron eco los medios de comunicación de su postura contra el Papa Francisco. Aprovecharon la publicación de la Declaración «sobre el sentido pastoral de las bendiciones», los denominados clan o grupo de Toledo, pues parece que los cuatro que lo componen, estudiaron en el seminario de Toledo y tienen sus cargos eclesiales allí, un Obispo en el Perú, relacionado con el de Toledo, y uno que esta incardinado en nuestra diócesis.

Ellos realizan el ataque a Francisco en base a las bendiciones a parejas homosexuales y parejas irregulares. Una somera lectura a esta Declaración deja claro la falsedad que se realiza públicamente, rompiendo la «obediencia debida» al Papa. Así, en el punto 6 de la Declaración, señala que el sacramento matrimonial es inalterable. Igualmente, en el punto 7, recuerda que hay bendiciones para trabajos, objetos, etc., recuérdese bendición de cosechas, comercios, banderas, casas, etc., señalando claramente, punto 12, que no es lo mismo un sacramento que una bendición.

Preguntaría a los que mantienen esta postura, «de que les sirvió el Año de la Misericordia», celebrado del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016. ¿Saben la cruz que pasan cristianos que sufren por no poderse casar canónicamente?. ¿Saben que es acompañar a un sufriente (pecador)?. ¿Saben que estas posturas dañan a muchos cristianos que viven regularmente?.

Apoyo, humildemente, esta Declaración y por supuesto, al Papa Francisco, que busca llevar incansablemente el Amor y la Misericordia de Dios a todos los seres humanos. Todos somos pecadores.

Me escandaliza que desde el Obispado de Cádiz-Ceuta, no haya dejado clara rápidamente, como el de Toledo, su postura ante la firma del miembro de este grupo de esta Diócesis, el párroco de San Severiano, Don Antonio Diufaín, ex-ecónomo de la Diócesis y Canónigo de la Catedral. Pues postura como estás, de condena, de cerrar puertas los hermanos y hermanas, de ir contra el Papa, es buscar la desunión, el crear confusión, es hacer más daños que los más furibundos anticristianos.

La falta de reacción de nuestro obispo Don Rafael Zornoza, por algo que considero grave, en el plano pastoral, se echa en falta mientras que tenemos a sacerdotes cumpliendo 3 y 5 años de medidas cautelares de suspensión, esperando sentencias canónicas, por temas mucho menos grave como cristianos, Don Antonio Casado y Don Rafael Vez, por cierto de este último de las múltiples acusaciones, el tribunal ha desechado gran parte de las mismas.

Además, el párroco Don Antonio Diufaín, es conocido por su falta de diplomacia vaticana, dando lugar a numerosas situaciones no muy interesantes para la Diócesis, como fue su retención por miembros Cuerpo Nacional de Policía del 091, mostrada por la prensa, por entrar a las bravas en el Convento de las Capuchinas de San Fernando, problemas con ayuntamientos y parroquias de pequeñas localidades en relación con sus cementerios, y lo más conocido en Cádiz en los últimos años, su conflicto con la Cofradía de la Oración en el Huerto, donde su actitud en vez de ser la de un director Espiritual es la un «general con mando en plaza», (expresión antigua de poder). Llevando a esta corporación penitencial a una situación límite, pues en vez de darle el cargo de párroco, parece que le dieron la propiedad o el usufructo de san Severiano, El Arzobispo Emérito de Sevilla, Don Juan José Asenjo, en una brillante conferencia dada en nuestra ciudad, subrayó el servicio como un elemento fundamental de los hermanos y hermanas de una cofradía, aún mayor de la Junta de Gobierno, mayor del Hermano Mayor y el máximo servicio del Director Espiritual.

Ahora, parece ser que revestido de una autoridad que no tiene, disiente del Papa Francisco, condena a los homosexuales. Pregunto inocentemente, ¿también condena a sus hermanos sacerdotes que lo sean y son buenos pastores?, ¿conoce alguno?.

La Iglesia no es una empresa, aunque debe de ser bien gestionada, la Iglesia debe estar en la sociedad con los sufrientes, acompañarlos y acercarlos a Dios, no cerrar las puertas, como dice el Papa Francisco, una Iglesia en salida. Comprendo que es más dolorosos ver y acercarse a inmigrantes, a víctimas de la trata de seres humanos, y a tantos y tantos, que esperar cómodamente que lleguen los que tiene la gracia de Dios de no ser pecadores.

Creo que la conclusión pasa por una nota de aclaración del Obispo y nuevo destino parroquial a Don Antonio Diufain y demás cargos.

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