LA VOZ - El apunte

Servicios de segunda para la provincia

El cierre de un centenar de camas del Puerta del Mar coincide con la negativa de San Rafael a aceptar pacientes del SAS

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Andalucía es puesta de ejemplo por los responsables de la Junta, como si de un mantra se tratara, como un ejemplo de buena gestión de lo público. En un ejercicio de propaganda que a veces roza el ilusionismo, se empeñan en mostrar al exterior que la gestión de los recursos comunes (pagados con los impuestos y el trabajo de cada ciudadano) y, en especial, la de la educación y la de la sanidad, es la más eficiente de España. Sin embargo, los hechos son siempre contumaces y terminan por quitarle la razón a los que estas verdades proclaman a los cuatro vientos.

Y para muestra, un botón. La llegada de la Navidad suele coincidir cada año con la del inicio de la temporada de gripe.

Pese a esta situación, la Junta de Andalucía ha decidido cerrar un centenar de camas en el hospital Puerta del Mar, medida que repite de manera regular cada vez que llega un periodo festivo. Si alguien enferma, tendrá que esperar. Esta situación ha coincidido en el tiempo con el principio de acuerdo entre la Junta y la empresa Pascual para que los centros de esta última en Villamartín, El Puerto y Sanlúcar vuelvan a recibir pacientes que provienen del SAS. Sin embargo, este acuerdo no afecta al hospital de San Rafael de la capital, que no admite pacientes de la sanidad pública al no tener renovado el concierto. Así pues, llegada la Navidad, los vecinos de la capital se han encontrado, por un lado, con un centro menos y, por otro, con un centenar de camas deshabilitadas. Un regalo que nadie quería y que, sobre todo, nadie merecería.

Urge que la Junta de Andalucía tome nota de los problemas que se encuentra año tras año a resultas de no apostar por una red completa de centros sanitarios públicos en la provincia. De hecho, la de Cádiz es la provincia que más sufre de esta situación en la región, que provoca de manera regular protesta de los trabajadores e inseguridad en las plantillas, además de un servicio más pobre para el ciudadano, que es en definitiva el que sostiene lo público con sus impuestos.

Y es ahí, precisamente, donde no caben bromas: en la gestión de la salud de los gaditanos. Habrá que esperar que los Reyes traigan, ya para 2018, una mejor gestión.

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