La Voz de Cádiz

La provincia, está de enhorabuena

Los datos de ocupación turística han superado todas las previsiones iniciales del sector

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La Semana Santa que acabamos de dejar atrás ha supuesto una enorme alegría para todos en todos los sentidos. Más allá del esplendor de las cofradías, que han brillado con luz propia en todos los municipios de la provincia, la otra cara de estos días –la turística– también ha resultado brillante. Qué duda cabe que el buen clima que ha reinado estos días ha resultado fundamental para que los hoteles y restaurantes gaditanos hayan batido récords de clientes.

La conjugación de cofradías y playas, incluso de cofradías y montaña en el caso de la Sierra, ha hecho que prácticamente todas las poblaciones de Cádiz hayan alcanzado niveles que ni los más optimistas podían prever hace apenas dos semanas. En Jerez, por ejemplo, el incremento con respecto al mismo periodo del año anterior ha sido elevadísimo, confirmándose la Semana Santa jerezana como la más importante de toda la provincia.

En otros lugares, como Chipiona o Chiclana, que ofrecen las dos opciones a los visitantes, también se han registrado números de récord.

Sin embargo, en otros lugares como Cádiz capital estos datos no han sido ni mucho menos tan positivos. De hecho, es donde apenas sí ha crecido el número de turistas. Un hecho que sin duda debe abrir un periodo de reflexión para saber en qué se ha fallado. Por qué cuando el resto de la provincia avanza a velocidad de crucero, la capital ve frenada su progresión.

En cualquier caso, y con una panorámica amplia de los 44 municipios gaditanos, la radiografía es excelente y debe servir para concienciarnos aún más si cabe de la importancia del turismo para la economía gaditana. Los datos son muy buenos, excelentes, pero hay que perseverar. Analizar qué es mejorable, sobre todo de cara al próximo verano, que tiene que ser el de la recuperación y expansión definitiva del sector turístico gaditano.

Para ello es vital la coordinación entre administraciones públicas y sector privado, dirigida sobre todo a unificar criterios, a crear más planes turísticos que abunden en mercados que están sin explotar o a los que se puede sacar aún más rendimiento.

Al igual que en cualquier otro orden de la vida, la unión hace la fuerza y si todos van a una, será más fácil que el turismo se afiance como el creador de empleo que debe ser.

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