EL APUNTE

Menas, cuando la prevención es la clave

El aumento de plazas en los centros de acogida para menores inmigrantes funciona

El año pasado por estas fechas transcendían unas dramáticas y esperpénticas imágenes que sacudían las conciencias de muchos. Menores inmigrantes no acompañados (conocidos como menas) se veían obligados a pasar largas noches durmiendo en los suelos de las comisarías ante la falta de plazas disponibles para ellos en los centros de acogida. También se repetían las denuncias de sindicatos y educadores que advertían de que no daban a basto y que se estaban viendo obligados a repartir colchones por pasillos o dar varios turnos de comida para poderle dar techo y atender a todos estos menores que les estaban llegando y que habían colapsado sus instalaciones.

Y estas imágenes, de momento, este verano, no se están repitiendo. El motivo principal es que el número de llegadas se ha visto reducido en estos primeros meses estivales, pero además, la Junta de Andalucía, con una acertada previsión, ha aumentado el número de plazas disponibles en los diferentes centros con los que tiene convenio. Actualmente, de las 385 plazas disponibles en los 14 centros públicos y concertados existentes en la provincia, están ocupadas 301, por lo que hay 84 libres según los datos facilitados por la delegación territorial de Igualdad. Por tanto, la red de atención para estos chicos está mejor preparada que el año pasado en estas fechas.

Los nuevos responsables políticos de la Administración andaluza han sabido poner soluciones a tiempo y no han esperado a que una situación tan dolorosa como la que es tener a un niño sin techo se pueda repetir. La afluencia de pateras a nuestras costas es algo inesperado. Fluctúa dependiendo de muchas variables por lo que adelantarse a lo que pueda ocurrir (porque puede ocurrir) es tener una buena visión y un experimentado conocimiento de la realidad. Una realidad que se debe afrontar desde el control. No sirve de nada ir parcheando según las circunstancias porque cuando se hace de esa forma, habitualmente ya es tarde y el sistema de atención inmediata se ve muy pronto colapsado.

Ese es por tanto el camino mientras que no se obtengan otras soluciones que pasan principalmente por trabajar en origen para que estos chicos no tengan que jugarse la vida en el Estrecho a bordo de una patera para terminar siendo esclavos de un futuro incierto.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Ver comentarios