Un éxito que necesita de más trabajo

A pesar de ser el sector comercial, empresarial y de servicios que más ha crecido en lo que va de siglo en la ciudad de Cádiz con mucha diferencia, parece que aún no da al sector de los cruceros la importancia que tiene en la capital gaditana.

A pesar de su considerable auge de los últimos años, a pesar de convertirse en la mejor noticia turística y portuaria para la ciudad en varias décadas, parece que este fenómeno se da por descontado, como si se produjera de forma automática, sin que llegue nunca a cuidarse como merece, como necesita.

Es verdad que han sido muchas páginas las dedicadas a contar cuántos buques atracan en los muelles de la ciudad, cuántos viajeros van a bajarse del barco para conocer la capital o la provincia, a desgranar las ventajas y bondades de un negocio en alza, a fotografiar al turista que deambula por la calle Pelota hasta la Catedral.

Ayer, sin ir más lejos volvió a darse una concentración asombrosa, con cinco barcos y 14.000 visitantes entre pasajeros y tripulantes. Pero a esa resonancia no le acompañan, de unos meses a esta parte, el entusiasmo del resto de la ciudad, los complementos necesarios para que ese desembarco permanente y de crecimiento asombroso en poco tiempo se mantenga en el tiempo.

Los expertos del sector aseguran que empieza a abandonarse el cuidado por los detalles, por la promoción, por la información al que llega. Reclaman que la ciudad sea puerto base, puerto de salida, para recobrar el impulso que la ha llevado hasta su espectacular auge actual. Aunque ayer comenzara la temporada alta con unas imágenes de multitud, la realidad es que por primera vez en muchos años, el número de escalas puede dejar de crecer en términos anuales.

Todos dicen querer un puerto más adaptado a las necesidades de los turistas que desembarcan, todos dicen querer ese puerto base, ese punto de salidas, pero pocos –más allá de las consignatarias y empresas implicadas– se ponen manos a la obra. Hay mucha gente esforzándose por mejorar la oferta de Cádiz, por situarla en los catálogos turísticos de todo el mundo, pero falta un respaldo unánime que dé soporte a ese trabajo.

Las navieras piden que se presenten ofertas novedosas y actualizadas pero también quieren que la ciudad trabaje de forma coordinada para que lo que se encuentran los cruceristas siga dándoles motivos para desembarcar, para volver en proporciones como las de ayer.