Opinión

Una cabra loca al 65%

De verdad que no me refiero a Cabra ni a los egabrenses

De verdad que no me refiero a Cabra ni a los egabrenses. La Ministra puede estar tranquila. Mis iras van dirigida al nordeste del Ebro. Es lo que hay, qué le vamos a hacer. Un día por TV vi un espectáculo sólo apto ... para payasos. Pensé que el bailarín padecía el mal de San Vito. Pero no, es que es así. Era Iceta en estado puro. Como una cabra, dando saltos y haciendo cabriolas circenses. Era Miquel, la cabra del alto Llobregat. El baile al son de Donna Summer, Michael Jackson y Queen. Después del espectáculo pretérito, el director de su otrora campaña electoral, Salvador Illa, le prohibió el baile. Le dijo que tampoco gritase y en cambio le pidió encarecidamente que vistiese con corbata para dar una imagen presidencial. Pero, ni antes, ni ahora le han rogado que no diga más tonterías y en consecuencia las dice todos los días. La última, deja de ser una tontería y ha puesto en duda una vez más el concepto de la soberanía nacional. Tan irresponsable como su antiguo jefe, el ínclito ZP. Sí, ese que viaja a Venezuela en avión privado de Pedevesa, al son de Maduro, un tirano y un dictador. El número uno del narco-régimen, ideado y asesorado por la fundación CEPS, germen de Podemos. En su currículo, ‘él’, ‘el hombre’, ‘el macho alfa’, ‘el coletas’ se autodefine como «responsable de análisis estratégico de la presidencia de Venezuela con la fundación CEPS». El marqués de Villa Tinajas llegó a decir que «me emociona escuchar a Chávez, al comandante, se le echa mucho de menos, cuántas verdades nos ha dicho este hombre. Chávez es una referencia, una demostración de que hay una alternativa para los ciudadanos europeos». Vaya por Dios, pues era y es la referencia de Maduro, al que se le sigue apareciendo en forma de pajarito.

Pues bien, los de Podemos ignoran directamente el concepto de la soberanía, en los términos contemplado en el artículo 2 de la CE. ZP, lo puso en duda, cuando dijo que la nación es un concepto «discutido y discutible». Y al grupo, hay que sumar ahora el último tonto útil del separatismo, la cabra del alto Llobregat. Ha dicho «que sí el 65% de los catalanes quiere la independencia, la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar eso». El problema es que lo dicho, es representativo y atribuible a todo su partido, el PSC. El cáncer que supone el PSC para la política española, debería hacer reflexionar al PSOE, como partido de Estado.

ZP, en relación con la soberanía y la nación, manifestó que «desde que tengo uso de razón me han asustado las afirmaciones categóricas, indubitadas y que rezuman fundamentalismo». Un presidente del gobierno no puede ignorar el contenido indubitado de los artículos 1 y 2 CE, que dicen que «a soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. Fundamentándose la Constitución en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles». No hay nada que interpretar. Lo que no significa que no sea susceptible de modificación por la vía de la reforma constitucional, en los términos contemplados en el artículo 168 CE que dice que «cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, se procederá a la aprobación por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación».

Pese a lo que piensan algunos, España existe y es una de las naciones más antiguas del mundo. Su Fuero Juzgo, es el fuero jurídico más antiguo y completo que se conoce. Rigió en la Península Ibérica durante la dominación visigoda y supuso el establecimiento de una norma de justicia común para visigodos e hispanorromanos, sometiendo por igual... «á los barones, cuemo a las mugieres, é a los grandes cuemo á los pequennos»…aplicándose a vascos, catalanes, andaluces, extremeños, castellanos… Mantuvo su vigencia hasta la aprobación del Código Civil a finales del siglo XIX. Esta es nuestra Nación. El problema es que ‘él’, la cabra del Llobregat , ZP, el doctor cum fraude y toda la caterva de progresía que es arrastrada por el insigne doctor plagio, la ponen en dudas, de ahí que consideran y transmiten que España es la nación más antigua de España. Desde el desastre de 1898, nos consumimos en nosotros mismos. Con motivo de ello, Ortega procedió a su diagnóstico advirtiendo sobre la falta de un concepto positivo de España que transmitir a los españoles. Faltaba un concepto integrador de España desde una visión centrada, pero que no olvidara la huella que España como ente político había tenido en el mundo en el pasado, como primera potencia mundial y el largo recorrido que le esperaría en un futuro prometedor.

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