opinión

Un comercio asfixiado al que hay que ayudar

La subida de los combustibles y de todas las materias ahogan a los emprendedores que necesitan de un empuje para poder seguir manteniéndose como motor de actividad

La Voz de Cádiz

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cada vez se suma algún factor más que se les pone en contra. El carburante, la electricidad, el gas o incluso los bloqueos derivados de la invasión rusa de Ucrania, el IPC, los efectos aún en cola de la pandemia... hacen que producir se le esté poniendo cada vez más cuesta arriba para quien lo intenta. Negocios que quieren a toda costa continuar abiertos y no tirar la toalla. Pero lo hacen a duras penas porque cada día es una auténtica lucha. Y en frente tienen a un consumidor que también sufre los efectos derivados de tanta subida y, por tanto, al final de cada jornada la caja registradora siguen sin dar esos números que les pueden ayudar a no echar la baraja.

La situación es muy complicada y así lo cuentan hoy en este periódico esos negocios de siempre. Los de casa. Aquellos que son pequeños y para los que las cuentas del día a día son vitales, porque ellos no pueden estirar tanto el chicle como esas multinacionales a las que se les abren otras opciones de diversificación o de grandes y potentes estrategias comerciales. Pero ahí siguen. Apurando. Esperando que pase la tormenta y que todo vuelva a su sitio para poder vivir de su profesionalidad y dedicación y además dando empleo a otros que dependen de que no bajen los brazos.

Porque el comercio local es un importante motor económico. De su presente y de su futuro dependen también cientos de trabajadores. Por este motivo, para que puedan respirar, habrá que darles oxígeno. De lo contrario según vayan desistiendo y se les vayan agotando las reservas irán cerrando, como ya está ocurriendo.

En este caso, las ayudas que se planteen para este sector serán especialmente productivas porque, precisamente, se dedican a eso, a producir. No hay que olvidar que estas pequeñas y medianas empresas son parte imprescindible de cualquier economía. La local, pero también en suma la de todo un país. Y si se les asfixia y no se ponen en marcha medidas que contrarresten tanto incremento en sus costes el final será solo uno, el adiós.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación