APUNTE
Un plan Industrial en el aire
Navantia no avanza su plan de futuro porque aún no ha cerrado los acuerdos con Arabia, Angola y Australia
La segunda reunión entre la dirección de Navantia y el Comité Intercentros de la compañía, máximo órgano de representación de la plantilla de los astilleros públicos, no ha cumplido tampoco con las expectativas generadas. Los trabajadores esperaban que el presidente de la compañía, Ricardo Domínguez, avanzara en la carga de trabajo futura y en la negociación del nuevo convenio colectivo. En esta ocasión, la dirección de Navantia ha reconocido que, por ahora, no puede detallar más sobre el plan estratégico de la empresa hasta que no concluyan las negociaciones que se llevan a cabo con Angola, Australia y Arabia Saudí para firmar acuerdos de construcción naval. Esta es la segunda vez en menos de un mes que los sindicatos se llevan un jarro de agua fría sobre los planes de futuro de la empresa. Es evidente que el futuro más inmediato de los astilleros públicos en cuanto a construcción naval se refiere descansa sobre acuerdos que aún no están cerrados.
Así, se espera que el Gobierno de Angola logre financiación para la construcción de seis patrulleros y la reforma de otros dos buques militares. Igualmente, Navantia espera con ansiedad que Arabia Saudí firme el protocolo de actuación para construir cinco barcos y se espera también que Australia acepte la oferta de Navantia para construir nuevos destructores y buques anfibios. La pregunta que se hacen ahora los sindicatos tras esta segunda reunión es «¿qué pasará si los proyectos de Angola y Australia se caen y Arabia tampoco cuaja». Esta es la gran incógnita que el Comité Intercentros le pide a su presidente que la despeje cuanto antes. Los sindicatos son conscientes de que la sección naval de reparación sigue por el buen camino y hay grandes opciones para que Navantia logre contratos en materia offshore. Sin embargo, el problema radica en la construcción de nuevos buques.
La Bahía de Cádiz, en especial los astilleros de San Fernando y Puerto Real, necesitan esa carga de trabajo para sobrevivir. De hecho, lo único que hay atado a corto plazo, aunque sin fecha en el calendario para este año, es la obra del BAM-IS para la Armada Española y la construcción de un patrullero para Marruecos. Uno es el flotador de Puerto Real y el otro el relevo que necesita el astillero isleño tras la obra de las corbetas saudíes. Los sindicatos temen que todo lo que se anuncie ahora sea humo político y electoral fruto de las próximas elecciones municipales del 28 de mayo. Reconocen que los astilleros pueden ser un arma electoral.
