El Apunte

Delphi necesita diálogo

La Autoridad Portuaria y la dirección del Cádiz están condenados a entenderse por el bien de todos

La 'operación Delphi' cumple la próxima semana un año. Han pasado doce meses desde que el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, presentara un proyecto deportivo para la Bahía que sorprendió a todos. Nadie lo esperaba y, menos aún, en el sitio propuesto. La dirección del Cádiz CF defiende la construcción de una ciudad deportiva de alto rendimiento en los terrenos de la antigua Delphi, en el polígono del Trocadero, en Puerto Real. El club, a través de una sociedad, Sport City Cádiz SL, se hizo a primeros del pasado marzo con esos terrenos industriales para levantar un complejo deportivo que va más allá de lo que conocemos como una ciudad deportiva al uso, ya que, entre otras cosas, las instalaciones contarán con una universidad del deporte y también con centros médicos orientados a la actividad deportiva. La idea del Cádiz, a simple vista, parece buena y acertada. Sobre todo, cuando una parte de la financiación necesaria proviene, precisamente, de un fondo de inversión de La Liga. El problema de esta operación es que el Cádiz se ha metido a sabiendas en un problema o más bien en un laberinto del que no sabe salir. Sobre este suelo industrial pesa un expediente de expropiación forzosa iniciado por Puertos del Estado para permitir la expansión del polígono de La Cabezuela. Este expediente ha llegado a su final y se espera la orden definitiva para anexionar el terreno a la Autoridad Portuaria. El Cádiz, según las escrituras, es propietario, pero la Justicia actuará, precisamente, contras la propiedad para permitir la expropiación. Al final, la operación Delphi está enredada en un laberinto judicial y administrativo del que tardará en salir, como ocurre con tantas iniciativas en la Bahía de Cádiz. Un sector de la sociedad gaditana es partidario de que el terreno de Delphi se mantenga con uso industrial y buscar otro emplazamiento para la iniciativa del club amarillo. En cualquier caso, se trata de una inversión muy atractiva que no debemos perder, por ello lo más lógico es que las partes se siente a negociar una solución salomónica en beneficio de todos. No es lógico que un proyecto de esta envergadura se eternice en el tiempo porque ninguno de los dos quiera ceder un ápice en sus posiciones. El proyecto lleva un año casi parado por estas diferencias. Solo se ha demolido el complejo industrial.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación