EDITORIAL
Salvar al planeta y también a sus habitantes
Menos aún viendo cómo se permite que los principales contaminadores del mundo, China, India, Indonesia y otros, puedan contemplar este proceso como si no fuera con ellos
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La cumbre mundial del COP26 para revisar los objetivos de la lucha contra el cambio climático tiene lugar en un momento especialmente crítico, no solo respecto a los datos científicos sobre la evolución de la salud del planeta sino sobre todo porque coincide con un periodo de tensiones inauditas en el precio de los hidrocarburos y que constituye el mayor y mejor argumento para subrayar las ventajas de las energías renovables frente a la dependencia y en algunos casos chantaje de los mercados energéticos exteriores. Sin embargo, esa transición no puede hacerse sin tener en cuenta que esos efectos económicos directos recaen drásticamente sobre la vida de muchos ciudadanos para los que esos objetivos de reducción de emisiones que van a fijar los líderes políticos dejarán de tener sentido. Menos aún viendo cómo se permite que los principales contaminadores del mundo, China, India, Indonesia y otros, puedan contemplar este proceso como si no fuera con ellos.
