Un exenfermero, condenado a cadena perpetua en Alemania por 85 asesinatos
Niels Högel podría estar implicado también en la muerte de 200 pacientes
El exenfermero alemán, Niels Högel , ha sido declarado este jueves culpable de 85 asesinatos y condenado a cadena perpetua. La justicia alemana examinó más de cien casos en los cuales Högel podía haber estado implicado y se estima que, aunque no haya sido posible demostrar su participación, podría haber desempeñado un papel en la muerte de unas 200 personas .
Dirigiéndose a las familias de las víctimas presentes en la sala del tribunal de Oldenburgo en Baja Sajonia, el exenfermero de 42 años se disculpó «sinceramente» y rogó a las personas presentes que «no cesen de confiar en los individuos cuyo trabajo es cuidar a los demás». Tratándose de uno de los peores asesinos en serie que Alemania haya conocido , su historia ha conmocionado al país. «Hay tantas víctimas que la imaginación humana capitula ante la cantidad de delitos», ha declarado el presidente de la corte, Sebastian Bührmann.
De los cien archivos examinados, Niels Högel admitió 43 asesinatos . En quince casos, el tribunal lo eximió. En otros casos, el exenfermero simplemente explicó que ya no recordaba si había o no «manipulado» a los pacientes. Esta palabra fue la que usó para referirse a las inyecciones letales que puso a sus víctimas.
«La amnesia colectiva»
En los hospitales, la muerte es un asunto tristemente común, lo cual podría explicar el hecho de que los asesinatos del exenfermero hayan pasado desapercibidos. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que tres cuartos de las muertes en las clínicas en las que trabajaba Högel habían ocurrido durante sus turnos . Su detención se remonta al año 2005, cuando fue sorprendido administrando una inyección a un paciente. Fue, consecuentemente, condenado a cinco años de carcél por intento de asesinato. Esta condena motivó que se abriera una investigación más exhaustiva.
Högel no ha intentado justificar sus acciones, ha explicado simplemente que, con el fin de impresionar a sus compañeros , inyectaba, a pacientes elegidos al azar, cócteles medicinales diseñados para causar paros cardíacos, para luego intentar reanimarlos, aunque en muchos casos no lo conseguía y los pacientes morían. El siquiatra Henning Sass ha declarado a la corte que Högel parece sufrir «una patología mental seria» la cual combina narcisismo, necesidad de reconocimiento y tendencia a actuar en contra de la ley.
El caso ha levantado dudas e inseguridades con respeto a la seguridad en los hospitales alemanes. Las audiencias de los excompañeros de Niels Högel han sucedido bajo tensión, y el juez ha expresado su preocupación al percibir la «amnesia colectiva» del personal de las clínicas. Högel incluso fue apreciado por sus compañeros quienes se referían a él como el «Rea-Rambo» , debido a su constante disposición a reanimar pacientes.
El caso del exenfermero ha dado lugar a la apertura de diez investigaciones por perjurio o falso testimonio. Un juicio a los funcionarios de los dos hospitales donde trabajaba Högel se abrirá posteriormente para explicar por qué los actos del exenfermero escaparon a todo tipo de control .
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