DÍA MUNDIAL DEL AGUA

España es un referente mundial en regadío modernizado

Entrevista con Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes

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España es un espejo en el que se mira la comunidad internacional para alcanzar un mejor uso de los recursos agrícolas en un contexto con cada vez menos agua y tierra per capita. Andrés del Campo, presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) apunta que la modernización de los sistemas de riego ha permitido dar un giro de 180 grados a la gestión de los recursos hídricos. Sin embargo, amortizar la inversión acometida está siendo muy compleja debido a los costes fijos de la electricidad, que «se han encarecido más de un mil por cien desde 2008 para cubrir el déficit tarifario». Con motivo del Día Mundial del Agua (22 de marzo), Naciones Unidas pondrá el acento, un año más, en la relación tan estrecha que existe entre la agricultura y la energía.

¿Es necesario aumentar el número de hectáreas de regadío para producir más alimentos con vistas a una población mundial cada vez más numerosa o existen excedentes agrarios?

Efectivamente, hay que aumentar la productividad a nivel mundial. Según organismos internacionales, como la FAO, hay que incrementarla más de un 40% antes del año 2030 y más de un 70% antes de 2050, argumentando, precisamente, que producen hasta seis veces más que la agricultura de secano. De hecho, en España, aunque ocupan solo el 15% de la superficie agraria útil, son responsables del 60% de la producción final agraria. Por estas razones, es lógico pensar que el incremento de producción de alimentos ha de obtenerse del regadío, pues aumentar la producción en secano supondría una disminución de selvas y bosques, lo que resultaría muy negativo desde el punto de vista medioambiental.

¿España es un referente mundial en regadío modernizado?

Sí, junto a Israel. En España tenemos casi la mitad de nuestra superficie regada dotada con sistemas de riego localizado, considerado el más eficiente por su mayor control del agua utilizada. Concretamente, de las 331 millones de hectáreas de superficie regable en todo el mundo, apenas un 6% cuenta con este tipo de sistemas. El ahorro en el consumo de agua de riego en España se ha evidenciado en los últimos quince años. Si antes del año 2000 el sector agrario utilizaba más del 80% de los recursos, ahora concentra el 63%.

¿Cuántas hectáreas quedan aún sin modernizar? ¿A qué se debe?

Aproximadamente queda poco menos de un millón de hectáreas sin modernizar, que podrían depender de una futura segunda fase del Plan Nacional de Regadíos, porque los proyectos deben reconsiderarse para ser viables económicamente. El escenario tarifario ya no es el mismo, por lo tanto, ahora deben ser eficientes no solo en el ahorro de agua sino también en el ahorro de energía.

¿Qué porcentaje de los costes relacionados con el agua representa la luz?

Actualmente, la luz representa más del 40% de los costes relacionados con el agua. Una cifra que se ha convertido en insostenible, condenando esta actividad a una paulatina desaparición si no se pone remedio; sobre todo, en los regadíos del interior de la Península, que están limitados por el clima a producir unos cultivos muy dependientes de la Política Agraria Común (PAC).

Soluciones

¿Cómo se podría alcanzar una eficiencia tanto hidráulica como energética en el regadío?

Es realmente importante y de justicia poder pagar por la potencia utilizada y no por la potencia máxima contratada durante los doce meses del año, aunque las estaciones de bombeo no estén en funcionamiento. Otras soluciones pasan por despenalizar los contratos de temporada o, incluso, que la legislación permita modificar dos veces al año la potencia contratada para adaptar los contratos de mayor consumo a la época de más necesidades de riego. Además, otra forma de conseguir la reducción de los costes de la luz podría ser la aplicación de un IVA reducido al suministro eléctrico para regadío. Así como fomentar el autoconsumo compartido, para que, al impulsar la generación de energía próxima a los centros de consumo, se reduzcan los gastos asociados al transporte de la electricidad.

Mientras estas propuestas se materializan, ¿qué medidas están desarrollando los regantes?

En los últimos años nos hemos visto obligados a recurrir a soluciones propias; de ahí que hayamos impulsado medidas adicionales, como la central de compra conjunta de energía de Fenacore, que ya está reportando ahorros adicionales a los regantes adheridos. La Federación también está priorizando iniciativas dirigidas al aprovechamiento de los desniveles del terreno para ahorrar energía eléctrica: las pruebas piloto realizadas en la Acequia Real y en el Canal de Aragón y Cataluña están generando ahorros anuales cercanos a los 1,8 millones de euros.

En septiembre de 2015 también inició su andadura el proyecto internacional Maslowaten para impulsar la energía fotovoltaica. ¿De dónde surge la idea?

El objetivo de Maslowaten es levantar un total de cinco estaciones de energía solar repartidas en zonas regables de España, Italia, Portugal y Marruecos. El proyecto parte de una experiencia piloto en la comunidad de usuarios del Alto de Vinalopó (Alicante). Queremos demostrar que aprovechar los posibles recursos naturales disponibles en cada zona regable para la producción de energías renovables para autoconsumo es una medida viable y ayuda a compensar el sobrecoste eléctrico que los regantes españoles venimos pagando a las eléctricas en estos últimos ocho años. Además, serviremos de referencia a los regantes de todo el arco mediterráneo, que comparten con nosotros la necesidad de reducir los costes derivados del alto consumo energético de los sistemas de riego tecnificados.

¿Quién financia el proyecto? ¿Con qué socios cuenta Maslowaten? ¿Cuál es su periodo de duración?

El proyecto ha sido financiado por la Unión Europea con cinco millones de euros y se hace en estrecha colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid. Maslowaten tiene oficialmente 36 meses de duración y está compuesto por un total de 13 miembros que abarcan todos los ámbitos (federaciones de usuarios, universidades y empresas) de España, Italia, Holanda, Austria y Portugal.

¿En qué zonas de España, Italia, Portugal y Marruecos se han instalado estaciones de energía solar?

En España están en Alicante y Valladolid, concretamente. También en Tamelelt (Marruecos), Alentejo (Portugal), Cerdeña (Italia). Se han elegido estas ubicaciones para demostrar la viabilidad técnica y económica del riego fotovoltaico de alta potencia en varios sistemas de bombeo de agua (a balsa elevada y a presión constante para riego con pivot, aspersión y goteo), en diferentes cultivos (olivar, remolacha…). Además, estas instalaciones estarán aisladas de la red eléctrica e hibridadas tanto con grupos diésel como con la propia red eléctrica.

¿Cómo funcionan? ¿Cuánta potencia producen? ¿Cuánto ahorro suponen?

Las estaciones son como reducidos huertos o plantaciones solares integradas por placas fotovoltaicas móviles ubicadas en superficies pequeñas que se giran con el movimiento del sol para aumentar su rendimiento. Estas placas están siendo capaces de producir energía para unas estaciones de bombeo con una potencia media de 200 kilowatios, lo que supone un ahorro económico medio de hasta el 60% durante la amortización de la instalación y hasta el 30% en consumo de agua. La de mayor potencia se instalará en España y atenderá a una demanda punta de 300 kilowatios.

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