Frenada de emergencia con un Zoe R240 de Renault de Northgate Renting Flexible
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BMW

Frenada de emergencia: la maniobra que te puede salvar la vida

«En caso de necesidad, el pedal de freno, cuanto más se pise, mejor. Y la dirección, cuanto menos se utilice, mejor», explican desde la escuela de conducción segura de RACC-Northgate

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El pedal de freno carece del atractivo de su hermano derecho, el acelerador, pero saber utilizarlo puede salvarnos la vida. En caso de emergencia u obstáculo en la vía, habrá que tomar la decisión de accionarlo en cuestión de segundos, por lo que saber cómo hacerlo y conocer cómo reaccionará el vehículo es fundamental.

Pese a los mitos que muchos puedan tener en la cabeza, en los vehículos modernos con ABS pisar el pedal a fondo no implica bloquear la dirección del vehículo. Por ello, en caso de necesidad, lo recomendable es accionarlo hasta el fondo sin miedo y acompañarlo, si es necesario, con ligeros toques a la dirección para apartar al vehículo de una trayectoria de colisión.

«En caso de necesidad, el pedal de freno, cuanto más se pise, mejor.

Y la dirección, cuanto menos se utilice, mejor», explican desde la escuela de conducción segura de RACC-Northgate. No obstante, los expertos resaltan que eso no implica no usar el volante, sino usarlo con suavidad y lo mínimo imprescindible para sacar al vehículo de la trayectoria de colisión. «Si se abusa, el coche se desviará demasiado y podríamos salirnos de la calzada», explican.

Si el vehículo que utilizamos es automático, bastará con pisar a fondo el freno, pero si llevamos un vehículo manual el freno debe acompañarse en todo momento del embrague. «Ambos pedales trabajan mejor juntos», explican los expertos. Además, accionar los dos a la vez evitará que el vehículo dé tirones y, sobre todo, que se cale al terminar la frenada, algo que debe evitarse por todos los medios. «Tras frenar hay procurar que el coche no se quede parado para poder sacarlo de la zona de peligro lo antes posible y evitar que impacten contra nosotros vehículos que puedan venir detrás», aseguran desde RACC-Northgate.

La distancia de seguridad, clave

De nada sirve saber utilizar el freno si no se mantiene una adecuada distancia de seguridad con los vehículos que nos preceden. En varias pruebas realizadas por ABC en la escuela del RACC, que cuenta con una pista que simula la conducción a altas velocidades, quedó patente que a 120 kilómetros por hora se recorren de 70 a más de 100 metros desde que se acciona el pedal de freno hasta que el vehículo queda totalmente parado. Una distancia que depende de factores como la calidad del asfalto, la fuerza de nuestro pie, el estado de los neumáticos o la meteorología.

Además, como explican desde circulaseguro.com, hay que tener en cuenta también el tiempo de reacción desde que se vislumbra el obstáculo hasta que se procesa la información y se toma una decisión, que suele ser de alrededor de un segundo. A 120km/h, esto representa 33 metros, mientras que a 150km/h, la distancia de reacción llega casi a los 42 metros. Sumando ambos efectos, pueden recorrerse más de 140 metros antes de que el vehículo quede totalmente detenido, lo que supone casi un campo y medio de fútbol.

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