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Scagnetti, en el centro, posa junto a su montura jalonado por los pilotos oficiales de Yamaha Valentino Rossi y Jorge Lorenzo antes de su salida, en el Circuito de Jerez
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Una empresa española mide las emociones de un viaje en moto alrededor del mundo

La aventura, protagonizada en solitario por Hugo Scagnetti, ha comprendido un recorrido de 37.000 km y 80 días por 13 países

Madrid Actualizado: Guardar
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La empresa palentina Sociograph Neuromarketing ha medido, de forma pionera, las emociones y el estado de ánimo del piloto Hugo Scagnetti en su viaje en moto alrededor del mundo, durante 37.000 km y 80 días, algo que ninguna otra técnica de neurociencia había hecho hasta ahora.

Con esta experiencia pionera, Sociograph ha querido responder a algunas preguntas aplicando neurociencia y una tecnología única que mide las sensaciones a través de la electricidad de la piel.

De esta forma, han puesto números a las emociones de una vuelta al mundo y a las sensaciones que provoca tocar el cielo en Grecia, cruzar el desierto de Uzbekistán, bordear la frontera entre China y Kazajstán, asomarse al lago Baikal, atravesar Corea del Sur, asomarse al parque nacional de Yellowstone o conducir por Chicago.

La aventura la ha servido sobre ruedas el piloto Hugo Scagnetti, que, patrocinado por Telefónica, ha recorrido el planeta desde el pasado 27 de mayo sobre su moto Yamaha, totalmente conectado para tener información constante y en tiempo real de su viaje. También ha cumplido un reto solidario: recaudar fondos para la investigación científica en el campo de la medicina regenerativa con células madre. Al reto se subió la empresa palentina Sociograph: «Quisimos apoyar el proyecto con nuestra tecnología», relata a Efe su responsable, Elena Martí.

Recuerda que «es la primera vez que una empresa de Neurociencia hace un estudio de este tipo. Podemos decir que es un hito histórico, pues la Neurociencia siempre se ha considerado una ciencia de laboratorio, y no hay nada más alejado de un laboratorio que un viaje en moto alrededor del mundo».

A flor de piel

Su herramienta, denominada Sociograhp, recoge la actividad bioeléctrica de la piel a través de dos electrodos colocados en los dedos índice y corazón y conectados a una unidad inalámbrica, con la que son capaces de medir el impacto que produce un estímulo determinado.

Una tecnología que ya han usado para medir el nivel de atención en el cine, en campos de fútbol, en conciertos o en supermercados, y que tuvieron que adaptar a las características especiales de este periplo.

Por eso, los sensores que utilizan habitualmente en sus mediciones se ha adaptado a las necesidades del piloto, reduciendo tamaño y acoplándose al guante del motorista para lograr «que fuera lo menos aparatoso posible y que Hugo pudiera conducir, hacer fotos o grabar vídeos con total comodidad, sin tener que quitárselo».

Para ello, los electrodos que miden las sensaciones a través de la electricidad de la piel se han colocado en el pulgar y en el tenar, donde se unen pulgar y muñeca.

Según explica Elena, «estos electrodos reciben constantemente las sensaciones del piloto y las envían a un 'nano Sociograph' incorporado a la moto, una unidad central inalámbrica del tamaño de una cajetilla de tabaco que recibe los datos registrados por los sensores y los envía vía WiFi a la nube».

«De esta forma hemos conseguimos que todo el mundo pudiera ver en tiempo real lo que estaba sintiendo Hugo, en cada momento del viaje», asegura Martin.

En el sitio web Telefonica.Yamaha.globalrider.org ha quedado recogido todo un mundo de sensaciones, algunas más fuertes que otras, como reflejan las gráficas, «que ascienden cuando la adrenalina se dispara y descienden al final del día, con el cansancio».

Toda esta información, los impactos emocionales, la sensación que sentía Scagnetti en cada minuto del viaje, se completará una vez finalizado el recorrido con otros datos que servirán para obtener conclusiones interesantes sobre la circulación y la seguridad vial. «Se podrá ver qué impacto tienen las señales de tráfico y cómo afectan al conductor todos los elementos que se vaya encontrando en su ruta», relata.

De momento, Scagneti se lleva en la mochila una aventura de 37.000 km que le ha llevado por España, Francia, Italia, Grecia, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Kazajistán, Uzbekistán, Rusia, Corea, Estados Unidos y Canadá y que lo devolverá esta semana a Madrid, con muchas historias y sensaciones que contar.

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