BMW coupé clásicoUn BMW deportivo que va como un reloj 37 años después

En ocasiones, los coches van más allá del mero medio de transporte que muchos ven en estas máquinas sobre cuatro ruedas, como recoge BMW en su blog. Para algunos se convierten en compañero de experiencias.

Es el caso de Pedro Álamo y su coupé BMW 635 CSi, por el que sintió un flechazo desde que lo descubrió en la serie televisiva «Luz de luna» de mediados de los 80.

En ella, la protagonista, encarnada por la actriz Cybyll Shepherd, conducía uno igual de color bronce. Pues bien, parece que las líneas de aquel vehículo, sucesor de los CS y 3.0 CS, y predecesor en el tiempo de los Serie 8 y actual Serie 6, cautivaron a nuestro protagonista, por lo que empezó a buscarlo.

Un día, en una cafetería, supo de uno abandonado en un garaje y no paró hasta dar con él. Además, era un coche con historia: se trataba de un 635 CSi importado por la Embajada de Colombia en 1979, y luego vendido a un sastre de la madrileña milla de oro.

Pedro lo adquirió con 40.000 km en muy mal estado, de modo que lo llevó al servicio oficial de BMW para dejarlo como nuevo, desmontando y reparando motor, cambios, tapicería y todo aquello que fuese preciso. Desde que lo recuperó lo mima con celo y lo guarda en garaje bajo una lona especial.

En su nueva singladura, este BMW 635 CSi brilla por donde pasa con su pintura gris moteada dotada de varias capas de barniz. Y no ha vuelto a sufrir averías. «Es una satisfacción que cuando piso el acelerador al máximo (hasta 6.000 rpm), da la impresión de que va a despegar y a salir volando», señala Pedro.

Y eso que no ha sido su único BMW. Durante años su favorito fue otro modelo de la hélice, un 323i, del que tuvo dos unidades. También ha sido propietario de todo un clásico predecesor de aquellos, el BMW 2002. Pero el 635 CSi es su favorito. «Es el de diseño más bonito. Este coche tiene valor, no precio».

Hace años fue calificado como vehículo histórico por la Universidad Politécnica de Madrid, tras superar un exhaustivo estudio que comprobó sus elementos estéticos y mecánicos. «Me siento orgulloso de conducir una joya como mi 635 CSi. Espero que mis descendientes lo sigan cuidando como yo».