Volkswagen Taigo: poco depósito para un motor potente

El SUV compacto 'Made in Spain' usa la plataforma del Polo para entregar unas líneas atractivas más acordes al presente

Juan Roig Valor

Juan Roig Valor

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¿Qué es el Volkswagen Taigo, si no un Polo en tacones? Esta es una simplificación, pero, en esencia, una de las formas más acertadas de resumirlo. A fin de cuentas, están hechos en la misma fábrica navarra de Landaben, así que es de esperar que tengan mucho en común.

Y el Taigo, como todo Volkswagen moderno, está bien acabado: es atractivo, las líneas son limpias, los asientos son cómodos, el sistema de sonido es potente, la climatización funciona al instante y el sistema multimedia es rápido y tiene buena resolución.

La versión que probé fue la R-Line de 150 CV, la más potente del mercado. Si bien es frecuente encontrarse con motorizaciones mucho más potentes en el mercado, 150 son suficientes para mover con agilidad el SUV urbano.

Sin embargo, y a pesar de que los consumos homologados por el fabricante bajo el ciclo WLTP son de 6,1 litros de gasolina a los 100 km, mi impresión es que se trata de un coche particularmente sediento .

Es posible que esto se deba a un depósito pequeño —tiene 40 litros de capacidad, que están en la parte baja del espectro— aunado a un motor potente, pero la propia marca ha implementado sistemas electrónicos para ahorrar gasolina, así que debe ser consciente de esta característica.

Algunos ejemplos de esto son que el motor desactive dos de sus cuatro cilindros a cierta velocidad , que ponga el motor en punto muerto al identificar pendientes o que avise para cerrar las ventanillas para preservar la aerodinámica. Todos ellos son avances bienvenidos, dado que nadie quiere malgastar combustible, y mucho menos ahora.

Sin embargo, este bloque tiene más sentido en turismos como el propio Polo, el Seat Ibiza o el Skoda Scala o, si tiene que ser un SUV, que sea uno con pretensiones más deportivas , como el Cupra Formentor. Sin embargo, en mi carrera de más de cinco años probando coches, el Taigo ha sido el único con el que he sido multado por exceso de velocidad.

Además, en el Taigo fue la primera vez que me pude enfrentar a la nueva tendencia del Grupo Volkswagen: ciertas funciones del sistema multimedia estaban bloqueadas detrás de un 'paywall' y se tenían que contratar las funciones.

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