F-Type convertible: al volante de un inconfundible Jaguar

La versión descapotable de este vehículo deportivo de dos plazas está disponible desde los 78.300 euros

N. SOAGE

El diseño del F-Type es inconfundiblemente Jaguar: atlético, estilizado y elegante en todos sus ángulos. En su versión descapotable, desde 78.300 euros, destacan su nuevos faros delantero inclinados hacia atrás y ligeramente más largos, que se funden con las líneas aerodinámicas del vehículo. Los intermitentes dinámicos animados brillan junto con el distintivo diseño «J Blade» para ofrecer una mayor presencia en la carretera . Y también las luces LED traseras se prolongan hasta los pasos de rueda para destacar el potente aspecto del vehículo.

El interior del F-Type es un lugar apasionante y que rebosa calidad . Los asientos son ligeros y anatómicos. Los mandos son accesibles e intuitivos. Los instrumentos son claros y sencillos. Concretamente, los asientos Performance pueden ajustarse con 12 movimientos para disfrutar de la máxima comodidad en todo momento. Además, puedes incorporar calefacción y refrigeración para conseguir un confort aún mayor.

Pero si algo destaca es su tecnología centrada en el conductor . Ahora incluye un panel de instrumentos TFT de 12,3 pulgadas personalizable y de alta definición; además del sistema de infoentretenimiento Touch Pro con Apple CarPlay y Android Auto. El modelo tiene la opción de elegir entre diferentes pantallas, incluyendo el modo de pantalla completa de mapas. Sin embargo, tal y como corresponde a un auténtico deportivo, el modo predeterminado se caracteriza por un gran cuentarrevoluciones central. Esta característica y la sutil luz del cambio de marchas reflejan el carácter orientado al conductor y el potencial de rendimiento del nuevo F-Type.

Incluso antes de comenzar el viaje, los tiradores y las salidas de ventilación desplegables del biplaza son toda una sorpresa. Cuando se pulsa el botón Start, el vehículo arranca con su característico sonido del tubo de escape, tan contundente como de costumbre, como cuando un felino sale a la caza de su presa.

Y es que nuestra unidad de prueba esconde bajo el capó un cuatro cilindros con turbocompresor de 300 CV, combinado con un transmisión Quickshift de ocho velocidades, aunque la verdadera diversión entra en acción al activar el control manual mediante las levas del volante. Se trata de un propulsor muy enérgico , sobre todo cuando le pisas con decisión, y su dirección es precisa y ofrece una buena maniobrabilidad. Es muy deportivo, también resulta confortable durante la conducción .

Eso sí, lo que realmente llama la atención es su diseño, su característico rugido y su tonalidad. Es capaz de girar cabezas allá por donde pasa, y se atreve con cualquier ruta pero su hábitat natural son las carreteras montañosas. Aunque cualquier tramo hará que tu bolsillo se resienta porque durante nuestra prueba de más de 200 kilómetros, su consumo medio no bajó de los 11 l/100 km. Pero sus puntos fuertes ya sabemos que son otros.

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